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domingo, 5 de junio de 2016

De vacaciones..☀

El verano y los 'campamentos curiosos'




Por: Argibo 

Mi novia sugirió que pasaramos las vacaciones con otra pareja, yo aunque no se lo dije, agradecí la idea, y es que después de casi cinco años juntos estar las 24 horas del día durante dos semanas con Cristina, se me antojaba un poco aburrido, ya que ella era incapaz de levantarse de la toalla mientras hubiera rayos de sol y a mí, me gustaba más estar en movimiento, ya sea nadando, practicando surf o corriendo por la playa, mi afición por los deportes me permitía tener, a mis 30 años, un cuerpo musculado y bien definido, sin mucho vello, ya que Cris era la encargada de recortarme el vello del torso siempre que íbamos a hacer un viaje.



Iríamos a las Canarias, y nuestros acompañantes serían Lucía y Dani, ella era compañera de trabajo de Cris, y siempre bromeaban con que todo el mundo las tomara por hermanas debido a su gran parecido, ambas rubias, ojos verdes, delgaditas pero de generoso pecho y no muy altas. A pesar de coincidir casi a diario con Dani en el gym, no tenía ninguna relación con él más allá del saludo cordial consecuencia de la amistad entre nuestras chicas, a mi parecer él era el típico "chulito de gym", encantado de conocerse, era guapo y lo sabía, tenía un cuerpo envidiable, y lo sabía y sus ojos azules hipnotizaban al mínimo contacto con ellos, ahora que lo pienso, puede que por aquel entonces le tuviera cierta envidia.



Dani y yo pronto asumimos que al menos durante el día tendríamos que hacernos compañía el uno al otro porque nuestras chicas no pensaban moverse de la toalla, por suerte por las noches nos recompensaban con buen sexo, más o menos hasta el sexto día en el que ambas completamente quemadas por el sol nos impedían que las tocaramos por las noches salvo para darles crema hidratante.



Dani y yo seguíamos yendo a la playa y practicando deporte durante el día, pero a medida que nuestra confianza iba siendo mayor y la abstiencia sexual a la que nos tenían sometidos nuestras parejas iba en aumento, nuestras charlas cada vez giraban más en torno al sexo y no había chica en la playa sobre la que no comentáramos las guarradas que le haríamos si se dejara.



A mediados de la segunda semana practicamos surf en una playita de difícil acceso, un autobús del hotel nos llevó hasta el lugar pero a la hora de la vuelta nos encontramos con que un Jeep en no muy buen estado con un chófer del Hotel sería nuestro transporte, y el de nuestras tablas. Las tablas ocupaban el asiento del copiloto y buena del asiento trasero, con lo que sólo quedaba espacio para una persona atrás, Dani me cedió el asiento y dijo que él llegaría caminando, pero eran más de 3 kilometros, por un camino de lleno de desniveles y piedras a pleno sol, así que le dije que iríamos los dos en el Jeep de la manera que fuese, no era un trayecto tan largo en coche. Finalmente Dani tomó asiento y yo que pesaba algo menos, me coloqué encima de él. El chófer arrancó, mi posición era incómoda, y no sólo por los baches y volantazos, sino por estar ahí, encima de otro tio, ambos sin camiseta, vestidos únicamente con un bañador ajustado que era el que llevábamos debajo del traje de surf. A los pocos minutos de viaje empecé a notar como Dani se movía nerviosamente de su asiento, supuse que era por mi peso y me levanté un momento, al volver a incorporarme noté que sus movimientos eran para ocultar su erección sobre la que que acababa de posar mis nalgas, no dije nada, pero le entendía, llevábamos varios días sin sexo y el movimiento del Jeep sobre el camino y el roce al que nuestros cuerpos estaban siendo sometidos había activado en su cuerpo una reacción de lo más natural y yo incoscientemente dejé de sentir los baches del camino y me concentré en la polla sobre la que estaba sentado, nunca me había visto en una situación así y a pesar de que los dos llevábamos bañador la sensación de proximidad era tan fuerte que podía sentir cada centímetro del contorno de su miembro sobre mi culo, era como si no hubiera nada más, se me estaba empezando a poner morcillona cuando llegamos a nuestro destino y el chófer nos hizo bajar.

Al ser yo él que estaba encima bajé el primero y vi como Dani remoloneaba y buscaba el traje de surf para tapar su erección, estaba realmente nervioso, muy lejos de su seguridad habitual, por lo que decidí calmarle.



- No te preocupes, es normal. -le dije-.

-¿El qué?.

- Que te hayas empalmado tío!! - dije mientras le quitaba de encima el traje de surf con el que seguía ocultando su enorme bulto.- No lo puedes negar, ahí lo tienes, saludándome jejeje.

- Serás, cabrón!. Vale, sí, se me ha puesto dura, llevo una semana sin mojar, nos pasamos el día hablando de sexo y ese camino estaba repleto de baches y curvas. Ha sido una respuesta fisiológica, así que no te hagas ilusiones julandrón, que tú nada has tenido que ver. - Me dijo Dani ya recuperando su tono chulesco-.

- Jajaja de acuerdo, pero la próxima vez iré yo debajo, no quiero que me la claves con la excusita de que tu novia no te deja mojar, jeje.




Efectivamente al día siguiente nos encontramos con la misma situación, mismo chófer y mismo Jeep para hacer el trayecto de vuelta, ya que a esa hora los autobuses del hotel estaban ocupados. El viajecito en Jeep del día anterior me mantuvo caliente toda la noche, le pedí a Cris que me ayudara, que al menos me hiciera una paja, pero no estaba por la labor y tuve que consolarme yo sólo en el baño, me corrí en seguida, me duché y volvía a estar caliente, no sentía ninguna atracción por Dani, pero tenía que reconocer que la situación era de lo más morbosa. Quise probar algo nuevo y en el baño cogí un bote de espuma con forma cilíndrica, lo coloqué sobre la taza y me senté sobre él, estaba frío, pero el contraste con mis huevos que ardían por el calentón hizo que me empalmara de nuevo enseguida pese a haber eyaculado hace menos de 10 minutos, imité el vaivén del Jeep y simulé que el bote era la polla de Dani, me volví a correr al momento.

De nuevo nos encontrábamos ante el dilema de como sentarnos en el Jeep, si bien es algo que esperaba con ansias desde la noche anterior, así que rápidamente tomé asiento y dando unas palmaditas sobre mis mulsos indiqué a Dani que esta vez sería él que se sentaría encima, "Pero sin mariconadas", me dijo.

El viaje comenzó, reposé mi cabeza y espalda sobre el asiento y comencé a sentir las nalgas de acero de mi colega sobre mi paquete, un bachecito, otro y la reacción fue instantánea, la tenía como una piedra. Dani lo notó:

-¿Qué?, ¿Julandrón?, ¿disfrutas del viaje? - Me dijo con una sonrisa pícara. Acto seguido comenzó a moverse de un lado para otro lo que hizo que me pusiera aún más cachondo y que me polla quedara colocada justamente en la rajita de sus nalgas, la sensación no podía ser más placentera, pero me equivocaba, en ese momento Dani empezó a apretar y relajar las nalgas entre las que estaba mi miembro y el placer se volvió irresistible, puse mis manos en su cintura y le ayudé a acompasar los movimientos. Iba a explotar, y que él volviera la cabeza para mirar lo cachondo que me estaba poniendo, todavía me encendía más. Apoyé mi frente sobre su espalda y comencé a resoplar:

- Para tío, vas a hacer que me corra. - Susurré, pero él lo tomó como una invitación a aumentar sus movimientos, y no pude controlarme, y me corrí, dentro de mi bañador con Dani sentado encima, caí exhasuto sobre el asiento y Dani hizo lo mismo apoyando su espalda sobre mi pecho, su cuello quedó a la altura de mi boca, y la cercanía de su cuerpo me erizó la piel.



Llegamos al hotel, bajamos del coche. Dani la tenía dura, el bulto de su bañador le delataba, y parecía no importarle, a mí ya se me haía bajado, pero aunque no se notara mi bañador por dentro estaba rebosante de leche, yo me moría de la vergüenza, no podía mirar a Dani a los ojos, sólo quería irme a mi habitación y ducharme, pero no quería ser brusco, por suerte Dani tomó la palabra:



-Colega, creo que a partir de ahora sí que vamnos a disfrutar de nuestras vacaciones. - Me dijo mientras se agarraba obscenamente el paquete.



Efectivamente nuestras vacaciones se volvieron mucho más placenteras a partir de entonces, pero esa es otra historia..





martes, 30 de diciembre de 2014

Finde en la playa, hetero curiosos

Hetero ¿? curioso... hetero curiosos y curiosones



Desde hace un montón de años (casi toda la vida) en mi familia vamos de vacaciones a unos apartamentos en la playa. Como tenemos dos apartamentos nos separamos, en uno nos metemos la familia de mi padre y en el otro la de mi tía, hermana de mi padre. Yo siempre me he llevado muy bien con mi primo, que tiene mi misma edad, y siempre que íbamos de vacaciones nos pasábamos todo el día juntos. Siempre estábamos jugando en la playa o en la piscina, a fútbol o a básquet o a la consola, sólo nos separábamos a la hora de dormir. Aunque a veces ni eso, por que desde que tenemos 15 años nos vamos por las noches con los amigos que tenemos en los apartamentos y dormimos muy poco.

Este verano pasado nos volvimos a reunir allí. Pero ahora las cosas son totalmente distintas. Los dos tenemos 22 años y no podíamos pasar allí todo el mes por culpa del trabajo. Así que nos organizamos como pudimos para coincidir todo el tiempo que fuera posible y al final resultó que sólo podíamos hacerlo en septiembre. Pero claro, la familia no podía ir en septiembre, así que pasaríamos una semana acompañados de nuestros padres y demás familiares y luego estaríamos tres semanas solos. O al menos eso pensaba yo.

Cuando llegué al apartamento mi primo ya estaba allí. Yo tenía muchas ganas de verle, y después de instalarme mi madre me avisó de que él (que se llama Álex) estaba en la playa. Me puse mi bañador, cogí una toalla y fui a buscarlo. Al acercarme lo vi en la arena, me alegré bastante. Pero entonces él (que no me había visto) se levantó y fue hacia la orilla, se acercó a una chica la abrazó y le dio un beso. En ese momento sentí algo raro. Sentí celos.

Me paré en la arena mirando a mi primo y a la chica riendo y hablando. Y no entendía nada de lo que me estaba pasando. Supuse que aquella era su novia, sabía que tenía novia, pero no sabía que la iba a llevar. Pensé que no me gustaba que estuviera allí, que quería pasar aquel tiempo solo con mi primo y la idea de pasar tres semanas los dos totalmente solos me gustaba mucho, por que sabía que nos lo íbamos a pasar en grande. Pero a parte de todo eso, me jodía que tuviera novia. Y no sé por qué. Yo hacía un par de meses que había cortado con una chica con la que había salido durante 6 meses, y ahora tonteaba con otra que estaba a punto de caramelo. Pero me jodía que mi primo tuviera novia. Y me asusté al darme cuenta que me jodía por que tenía la idea de que hiciéramos algo que yo llevaba desde críos deseando.

Desde que éramos muy pequeños mi primo yo nos habíamos pajeado juntos un montón de veces. Casi habíamos descubierto las pajas juntos y desde que lo hicimos pasábamos todo el mes de vacaciones pajeándonos casi siempre que podíamos. Nunca habíamos hecho nada más, pero yo siempre había tenido una especie de sueño. Quería quedarme un tiempo, al menos un día entero, con mi primo solos, en alguno de los dos apartamentos, pajeándonos o haciendo más cosas. Quería hacer el guarro, pasarnos el día en pelotas, cascándonosla siempre que nos apeteciera. Incluso tenía la idea de ligarnos a un par de chicas y montar una orgía.

Pero con su novia allí, se me cortó el rollo. Me acerqué a ellos, nos saludamos, estuvimos hablando... Ella se llamaba Elisabeth y tenía un par de años más que Álex. Al mediodía fuimos a comer al apartamento de mis padres toda la familia y hablando hablando surgió un tema que yo no esperaba. Mi primo y su novia estaban prometidos y se iban a casar.

A partir de ese momento me di cuenta de que la semana iba a ser muy aburrida. Que hasta que no nos quitáramos a todos los familiares de encima (incluida la novia) aquello no tendría nada de diversión. No me atreví a preguntarle a mi primo si Eli se iba a largar el 31 de agosto, pero yo tenía la impresión de que sí.

El caso es que, efectivamente, la semana fue muy aburrida. Álex y Eli pasaban todo el día juntos y no tenía más familiares de mi edad con los que pasar un buen rato. Todos eran mayores y o eran mis padres o eran primos casados y con hijos. Y para más INRI mis amigos no estaban por que todos se habían tomado vacaciones en julio.


Una noche le propuse a mi primo ir a bañarnos a medianoche a la playa. La tonta de la novia se acopló y se vino con nosotros. A mí no me hizo ni puñetera gracia, pero no podía decirle que no. Estuvimos un par de horas bañándonos, aunque nos costó Dios y ayuda convencer a Eli de que perdiera el miedo y se metiera en el agua. A eso de la 1 y media ella quería irse. Yo quería quedarme un rato más y Álex, que se dio cuenta de que yo no soportaba a la novia, la convenció de que se fuera sola que él se quedaba un rato más.

En cuanto se largó yo me quité el bañador y me metí en el agua. Álex hizo lo mismo y empezamos a nadar y a hacer un poco el subnormal. Que si ahora te ahogo yo, que si ahora me ahogas tú. Empezamos a nadar y fuimos hasta una plataforma que había a unos 20 metros de la orilla y nos sentamos en el borde, con los pies en el agua. Empezamos a hablar de nuestras vidas, de mis novias, de Eli... Yo fui tirando hacia el pasado, quería recordarle nuestra época de pajilleros. Como no conseguía llevarlo hacia donde yo quería, lo solté sin más.

Tengo ganas de hacerme una paja.

¡Pues háztela!.- dijo Álex.

Yo, ni corto ni perezoso, cogí mi polla y me la empecé a sobar. No tardé en conseguir una erección poderosa que me hizo descapullar rápidamente. Mi nabo mide unos 18 centímetros y es bastante gordo. Empecé a pajearme lentamente, me recosté un poco hacia atrás y exageré mis gemidos para llamarle la atención. Entonces me estiré completamente y seguí pajeándome. Vi que Álex también se estiraba, pero de costado, mirándome y entonces cogió mi polla y siguió cascándomela él. Yo no dije nada, simplemente actué como si aquello fuera lo más normal del mundo. Estábamos acostumbrados a masturbarnos el uno al otro (aunque hacía tiempo que no lo hacíamos) y por eso le dejé hacer. Él empezó a hablar.

¿Así que no tienes novia?

No, rompí con una chica hace un par de meses.

¿Y novio?

Le miré asombrado, me extrañaba que pudiera pensar que yo era gay. Le pregunté por qué lo decía y él dijo que era una pregunta tonta y que no pasaba nada si le decía que sí. Le dije que no, que no había tenido ningún novio. "Pues yo hace un mes me lié con un tío" Yo me incorporé de golpe y me aparté, mi polla salió disparada de su mano.

Al ver el susto que me llevé me lo explicó todo. Había salido una noche de fiesta sin Eli y se había emborrachado mucho, y el caso era que sin saber cómo había acabado en el lavabo con un tío comiéndole la polla. Cuando terminó de correrse el otro tío le obligó a que se la chupara a él y cómo iba tan borracho no se pudo resistir. El tío se corrió en su boca y se fue, y él se quedo en el lavabo sin saber qué hacer. Decidió guardarse el secreto y yo era la primera persona a la que se lo contaba.

No me atreví a decir nada. Él me miró y se tiró al agua. Yo me acerqué al borde y al mirar en el mar vi que él no estaba. Entonces salió de debajo del agua y antes de que yo pudiera hacer nada se metió mi rabo en su boca. Empezó a sorber con fuerza y a mí esa sensación me gustó mucho. Con los brazos sobre mis piernas se aguantaba para seguir chupando. Lamía mi tranca con gula y con bastante traza, me hizo dudar si sólo se había comido una polla en plena borrachera. Marcaba sus dientes en mi carne y se la metía hasta el fondo, cuando notaba su aliento en mi vello púbico me daba muchísimo gusto. Después de estar un rato chupándola se la sacó y empezó a lamerme el capullo. Lo hacía con rápidos movimientos de la lengua, sin ningún pudor. A mí aquello me gustaba tanto que no quise detenerlo en ningún momento. Fue bajando su lengua por el tronco de mi rabo y luego empezó a chuparme los cojones. Yo puse una de mis manos en su nuca y con la otra empecé a pajearme. Él chupaba mis huevos, se los metía en la boca y los sorbía haciendo presión. Mordía mi escroto y me besaba los muslos. Le cogí del pelo y estiré, y volví a guiarle para que me volviera a chupar el rabo. No tardé mucho en correrme, después del primer trayazo él se la sacó de la boca y me corrí en su cara. Él mi miraba sonriente.


En ese momento sentí miedo, miedo de que él quisiera que yo hiciera lo mismo. Nos estuvimos mirando un rato y me preguntó si quería chupársela. Le dije que no, que como mucho le haría una paja. Me tiré al agua y me puse a su lado. Cogí su rabo, que estaba a punto de explotar y empecé a pajearle. Estábamos los dos cara a cara, notaba su aliento en mi cara. Él abrió la boca y vi que aún tenía algo de mi leche en la lengua. Sin saber por qué abrí la boca y dejé que me besara. Entonces fue cuando noté que se corría. El gimió, y mientras pegaba trayazos de lefa me abrazó y empezó a besarme en el cuello.

Cuando terminó permanecimos abrazados un rato. Luego nos separamos y nadamos hacia la orilla, sin decir nada. Nos pusimos los bañadores y fuimos hacia los apartamentos. Mientras caminábamos él me confesó que llevaba mucho tiempo esperando el momento de hacerme una mamada. Yo le dije que no le decía nunca que no a nadie que quisiera chuparme el rabo. Nos reímos y seguimos hacia los apartamentos, sin decirnos nada.

Aquella noche no pude dormir. Como duermo solo en una habitación pequeña me pasé la noche pajeándome pensando en Álex. Y sobretodo, sobretodo, deseando que la tonta de la novia se largara el día 31.

Al día siguiente Álex pasó a buscarme bastante temprano para ir a comprar. Nos había tocado ir a hacer la compra, y como nosotros nos íbamos a quedar más tiempo teníamos que ir los dos para comprar lo que nos diera la gana. Mientras íbamos empujando el carrito Álex me llevó a la zona de droguería y me dijo que buscara unos condones que sirvieran para penetración anal. Yo le miré asombrado, sin saber qué hacer y entonces me acerqué a él y le susurré que no le iba a pedir que se pusiera condón para follarme. Él se asombró aún más y me dijo que los condones eran para usarlos con Eli, que le gustaba que le dieran por el culo. Yo me puse rojo, me dio muchísima vergüenza. Pero Álex me sonrió me miró fijamente y me dijo que si quería que me follara sin condón, lo haría.

Mientras volvíamos en el coche no me atreví a decir nada. Álex conducía, paró un momento en la cuneta y nos quedamos allí un rato. Al final me miró y me dijo:

Si quieres que nos lo montemos en serio lo hacemos. Eli se irá la primera semana de septiembre. O sea que tenemos dos semanas para follar siempre que queramos.

Pero es que no sé si es lo que quiero.

Claro que lo quieres.- y puso su mano en mi paquete- esto te delata.

Álex tenía razón. Yo estaba tremendamente cachondo, llevaba todo el camino empalmado y no podía ocultar mi polla debajo del tejano que llevaba. Él empezó a desabrochar los botones del pantalón y vio con alegría que no llevaba calzoncillos. Cogió mi rabo y empezó a pajearme. Yo me recosté en el asiento y cerré los ojos. Disfruté como pocas veces lo había hecho durante una paja. Pensé en avisarle cuando fuera a correrme, para no mancharme. Pero justo cuando noté la leche a punto de salir sonó el móvil de Álex, los dos nos pusimos nerviosos y toda mi lefa salió disparada hacia mi camiseta. Cuando terminé de correrme Álex descolgó. Era Eli que quería no sé qué. Cuando colgó miró mi camiseta y le entró la risa. Arrancó y volvimos a los apartamentos. Para disimular yo me había quitado la camiseta y la puse corriendo en el cesto de la ropa sucia. Mientras Álex y yo descargábamos la compra los demás estaban en la playa. Cuando terminamos de ordenarlo todo fuimos a ponernos los bañadores, yo me quedé en mi apartamento y Álex se fue al suyo. Antes de salir me miró y me dio un beso en los labios.

Cuando cerré la puerta me di cuenta de que aquel iba a ser el mejor verano de mi vida. Y lo fue. Ya lo veréis.

Al día siguiente de que Álex y yo fuéramos a hacer la compra, yo aún no podía quitármelo de la cabeza. Seguía pensando en la otra noche en la playa, en la paja del coche y, sobretodo, en el beso que me dio antes de ir a la playa cuando volvimos. Aquel beso para mí significó mucho, tal vez demasiado. Aquella era la primera vez que tenía algo con un tío, y además era algo fuerte y era con mi primo. Pero era muy pronto para ponerme a pensar en los caminos que cogería nuestra "relación" y decidí pasar del tema y vivir el momento.

Y menos mal que no me dio por querer "acercarme" a él, por que después del día de la compra Álex casi no me dirigía la palabra. Si bajaba yo a la playa él se iba a la piscina, si iba yo a la piscina él se subía a su apartamento y si le llamaba para ir a tomar algo, me decía que iba a hacer cosas con Eli. Yo me empecé a mosquear, por que pensaba que lo que nos había pasado a él no le importaba, que se lo había tomado como un juego o algo así. Incluso llegué a pensar que se le había olvidado.

Yo lo pasé mal, estaba muy nervioso. Me jodía que jugara conmigo. Cogí mi coche y me fui a ligar. Necesitaba aclararme, saber qué era lo que sentía. Quería saber si yo era gay, si era bisexual o si lo que había pasado con mi primo era un calentón. El caso es que una noche salí solo de fiesta y ligué con una chica. Terminamos montándonoslo en el asiento trasero de mi coche. Lo disfruté, sí. Me gustó, sí. Pero no era lo mismo. Aquello era algo "habitual" estaba acostumbrado, en cambio hacerlo con un tío tenía un punto que ninguna chica podía darle a aquel momento. Supongo que todos tenemos un momento lúcido de autodescubrimiento, y aquél era el mío.

Así que dos días después de la compra con Álex estaba decidido a pillarlo por banda y dejar las cosas claras.

Me levanté por la mañana y descubrí con alegría que todo el mundo se había ido a la playa y que estaba solo en el apartamento. Decidí que no me apetecía ir a bañarme y como hacía calor preferí darme una ducha y jugar un poco con la consola. Entré en el baño, me desnudé y me metí bajo el chorro. Al rato me pareció escuchar cerrarse la puerta del apartamento y pensé que sería alguno de mis padres que iban a buscar algo. Pero a través de la mampara vi que se abría la puerta del baño y que alguien se quedaba quieto en el umbral. Abrí la mampara asomando la cabeza y vi que era Álex. Llevaba un bañador y una camiseta. Yo sonreí. Él me miraba fijamente. Abrí totalmente la puerta de la ducha y dejé que me observara. Él se quedó un rato mirando como el agua de la ducha resbalaba por mi cuerpo y se llevaba la espuma del jabón. Se acercó hacia mí, me miro y alargó su mano y comenzó a acariciar mi torso.

He estado pensando.- dijo él- y no puedo hacerlo.

¿Qué no puedes hacer?.- pregunté yo, mientras me recostaba en la pared.

Tengo novia. Lo del otro día... deberíamos olvidarlo.

No puedo olvidarlo.- Mi polla había empezado a ponerse dura. Yo cogí su mano y la acompañé mientras me acariciaba.

Pues hazlo. Quiero a Eli.

No te estoy pidiendo que la dejes.

Soy yo el que me lo pido. O tú o ella.

Y dicho esto dejó de acariciarme y salió del baño. Me dejó allí solo, empalmado, excitado. Y en ese momento decidí olvidarme de Álex. Agarré el bote de jabón, me enjaboné una mano y empecé a pajearme. Mientras con una mano me acariciaba el nabo con la otra repasaba los sitios por los que Álex había pasado su mano. Noté la tensión en mis pectorales y en mis abdominales. Las horas de gimnasio daban sus frutos. Me gustaba masturbarme mientras acariciaba cada uno de mis abdominales. Tardé poco rato en correrme y mientras lo hacía apretaba con fuerza mi verga, pensando que era la verga de Álex. Quería retorcerla y hacerle daño. Cuando terminé de correrme quedé un rato apoyado en la pared, agobiado y tremendamente dolido.

Así que pensé que si él quería pasar de mí yo pasaría de él. Me pasé tres días decidiendo qué iba a hacer. Sopesaba todas las posibilidades, ignorarlo vilmente, volverme a casa, quedarme y no hacerle caso las tres semanas que estaríamos solos o si simplemente lo cogía por banda y lo violaba directamente. El caso es que, me levanté un viernes y resultó que mi familia se largaba ese mismo día. Estaban todos recogiendo y se iban después de comer. Yo calculaba que se irían el domingo, pero mi padre me dijo que preferían irse hoy para no pillar caravanas y así poder arreglar la casa y prepararlo todo para volver a trabajar el lunes. Durante toda la mañana estuve echando una mano, ayudándoles a recoger y al mediodía nos reunimos la familia de los dos apartamentos para comer juntos y despedirnos. A eso de las seis de la tarde todos empezaron a recoger, se subieron a los coches y se fueron. Nos quedamos Eli, mi primo y yo viendo cómo se iban los coches. Era tarde para ir a la playa o a la piscina, así que decidí irme al apartamento. Y a lo mejor cogía el coche y me iba al cine. Cuando me preguntaron qué iba a hacer y les conté Eli pensó que estaría bien ir todos juntos al cine. La tonta me chafó el plan.

A eso de las diez de la noche estábamos en la puerta del cine eligiendo la película. Yo estaba tan amargado que me daba igual qué película viéramos. Al final eligió Eli, una comedia romántica de esas que de tan empalagosas que son dan ganas de vomitar. Nos tocó un lateral de la última fila, y yo me senté pegado a la pared, para que si caía dormido pudiera apoyarme tranquiltamente. La sala se llenó hasta arriba.

A la media hora de película el calor era sofocante (a parte de que la peli era un tostón). Eli y Álex estaban más interesados en pegarse el lote que en prestarle atención a la historia y yo me derretía de calor. Me quité la camisa de manga corta que llevaba y me quedé con la camiseta de tirantes que suelo ponerme debajo. Como la peli no me interesaba lo más mínimo me dediqué a mirar a los dos tortolitos darse el lote. Álex estaba sentado a mi lado, dándome la espalda, besando a Eli. Me fijé en lo bella que era su nuca, y también me di cuenta de que cuando en la película había silencio podía oir sus bocas besándose. Mi polla empezó a ponese dura sin motivo y pensé en hacerme una paja. Era peligroso, pero me apetecía. Estaba yo pensando en cómo hacérmela sin que nadie se diera cuenta y en cómo lo haría para no mancharme, cuando ve que Eli se levanta y se va. Álex se queda mirándola hasta que desaparece de la sala. Me miró y me dijo que se iba al lavabo. Álex me hizo un repaso, se extrañó de verme sin la camisa y se fijó en que bajo mi pantalón (llevaba uno bastante ajustado y sin ropa interior) mi polla luchaba por salir. Yo estaba medio recostado en la pared. Álex alargó su mano y empezó a acariciarme el abdomen. Yo me excité aún más al notar el tacto de su mano acariciando mi camiseta de algodón. Me hizo una señal para que me acercara, que quería decirme algo. Me incorporé y se acercó a mi oído para decirme: "yo también estoy cachondo" y me pasó la lengua por el oído. Luego bajó la mano que tenía en mi abdomen y la introdujo como pudo por el pantalón. Sobó un poco mi polla (no pudo hacer mucho, aquello estaba muy apretado) luego volvió a sacar la mano, cogió la mía y la llevó hasta su pantalón. Bajó la cremallera y metió mi mano para dejarme comprobar lo duro que estaba su rabo.

Sacó la mano, se subió la cremallera y se recostó para ver la peli. Al momento apareció Eli y se volvió a sentar. Al poco rato volvían a estar liándose. Pero Álex desvió uno de sus brazos y lo puso detrás de su espalda. Yo me di cuenta de lo que quería, así que me situé bien en el asiento, un poco recostado hacia Álex. Mientras se besaba con su novia me acariciaba el abdomen. Yo aproveché que Eli no podía verme, desabroché los botones de mi pantalón en silencio y empecé a masturbarme. Tenía miedo de que los de la fila de delante nos vieran, pero estaban muy interesados en la película y si no hacía ruido no se girarían. Cogí la mano de Álex y la llevé hasta mi polla, que estaba a punto de reventar. En cuanto tocó mi rabo apartó la mano rápidamente, pero se la volví a coger y comencé a masturbarme con ella. Tardé muy poco en correrme. Mi leche salió con fuerza y cayó por toda mi camiseta. Su mano y parte de la espalda de su polo también se mancharon. Una vez había terminado de correrme alargué la camiseta para limpiarme el rabo y esperé a que se secara la lefa para volver a ponerme la camisa. Álex se limpió cómo pudo en el tapizado del asiento sin separar su boca ni un momento de la boca de su novia.

Cuando terminó la película yo tenía una amplia sonrisa en la cara. Eli comentó que se alegraba de que me hubiera gustado tanto la película y Álex estaba bastante cabreado y muy nervioso.

Nos subimos en nuestros coches (ellos en el suyo y yo en el mío) y volvimos a los apartamentos. Yo comenté que me iba a dar un baño antes de acostarme, pero mi primo y su novia dijeron que no les apetecía y se fueron a dormir. Pero al momento Álex volvió corriendo, me miró fijamente, y me agarró la polla y los huevos con fuerza, haciéndome bastante daño. "La próxima vez ándate con cuidado, gilipollas" y me soltó. Yo quedé de pie, medio retorcido, con mis manos en mi paquete. Antes de que se fuera le pregunte que a qué jugaba. Él me miró fijamente y me dijo: "Quiero follar contigo sí, pero ve con cuidado." "¿Y lo del otro día? ¿Qué quisiste decirme en la ducha?" "Este no es momento de hablarlo, mañana iré a desayunar a tu apartamento".


Y dicho esto se fue a dormir. Yo fui a mi apartamento, me puse el bañador, cogí una toalla y me fui a dar un baño a la playa. Me bañé desnudo, no pude reprimirme y tuve que masturbarme un par de veces. Me encanta pajearme bajo el agua. No podía quitarme a Álex de la cabeza. Lo de aquella noche había sido la locura más grande que había hecho jamás. Me había follado a alguna chica en algún baño público, pero nunca me habían hecho una paja en un cine, rodeado de tantísima gente. Y si encima me la hacía mi primo mientras se besaba con su novia, mejor que mejor. El caso era que estaba deseoso por hablar con Álex al día siguiente. Cada vez estaba más convencido de que lo que habíamos hecho aquella noche en la playa para Álex sólo había sido un juego, y tenía más experiencia en aquello de lo que me había querido hacer creer, porque sino fuera así ahora estaría tan nervioso como yo.

Pero no lo estaba.

Él estaba muy tranquilo. Y yo no podía parar de hacerme pajas pensando en él.





viernes, 25 de julio de 2014

Campamento de verano y el hetero ¿? curioso

La de experiencias nuevas¿? que se pueden descubrir en Vacaciones..☀

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 Gloryhole Job
 Spunkworthy




Mi familia tenía la costumbre en verano de acampar en una playa, a veces solos o a veces con otros amigos o familiares. Un año, junto con mis padres y mi hermano, vino con nosotros un primo, Raúl, que por aquel entonces no vivía en mi ciudad, aunque ese verano fue a casa de mi tía que estaba en mi ciudad. Todo fue normal los primeros días, hasta que un día por la tarde, decidimos dar una vuelta mi primo y yo, subimos a una pequeña montaña donde había matorrales y una pequeña casa de piedra derruida, desde donde había una buena vista, así que decidimos sentarnos y hablar. Empezamos a hablar de lo mas normal del mundo, fútbol, algo de las clases, hasta no se por qué, entró el tema relacionado con el sexo. Mi primo, poco después de semana santa lo había dejado con su chica, y me comentaba que el era virgen aunque a menudo practicaba sexo oral con su novia. Yo por aquel entonces era bastante inocente, y aunque si había tenido novias, nunca fuimos mas allá del beso o de algún tocamiento que otro, por lo tanto un poco si me sorprendió sus relatos, sobre todo por su edad, yo lógicamente por ponerme galones, le había dicho que no era virgen. Yo me puse un poco excitado, y quería ir más allá del titular, así que le dije que qué hacían ellos exactamente. Él me contestó que su chica le chupaba su polla, que le hacía pajas, y el también le chupaba y le tocaba su conejito y por supuesto sus pechos. Esas historias me estaban poniendo a 1.000, pero la sorpresa era que en vez de desear hacérselo a una chica o que me lo hicieran a mi, deseaba profundamente hacérselo a mi primo, es decir, hacerle una mamada, en ese momento hubiese dado cualquier cosa por tocársela y chupársela. Pero hasta ahí llegó la cosa, ya que se cambió de conversación y pronto iba a anochecer así que empezamos a bajar para ir al campamento.

Yo jamás había sentido atracción por ningún chico ni tan siquiera lo había pensado, lo que a mi me excitaba era solo y exclusivamente las mujeres, y algunas chicas de mi clase o amigas de mi hermano eran frecuentes en mis pensamientos eróticos. Pero ese momento en el que me excité y deseaba chupársela a mi primo, cambió las cosas…en parte.

Esa noche, después de cenar y hablar con el resto de la familia, nos fuimos a dormir a la tienda de campaña yo y mi primo (dormíamos en la misma). Las dos noches anteriores, al igual que yo se quitaba toda la ropa y se quedaba en calzoncillos para dormir sobre el saco, ya que había mucho calor, pero nunca me llamó la atención y mucho menos me excitaba, pero esa noche fue distinta. Solo de verlo quitarse la ropa, tumbarse sobre el saco, y ver su paquete, me daban unas ganas tremendas de bajarle el boxer y comerle todo. El se durmió pronto, pero yo no pensaba en otra cosa, y estaba tan caliente imaginándome como su ex novia se la chupaba, que mi impulso no me llevó a otra cosa que a hacerme una paja ahí a 20 centímetros de él, pero en ese momento poco me importaba. No tardé mucho en correrme, mientras experimentaba un placer inmenso, era la primera vez que me excitaba y me masturbaba pensando en un hombre.

Al día siguiente desde que me desperté, no pensaba otra cosa sino en una estrategia o plan con el único fin de ver a mi primo desnudo, y a ser posible , algo mas…, pero sabía que era no solo complicado sino muy peligroso, si la familia se enteraba que me gustaba ver a mi primo desnudo y aun peor, que me excitaba pensando en él, no podría ni mirarles a la cara, pero en fin, casi que pesaba más mi placer.

Le propuse a mi primo hacer una excursión, ir caminando a una pequeña cala y pasar ahí el día, el dijoque si, y mis padres nos dejaron, así que marchamos. Por fin llegamos, después de casi una hora de camino, y la playita estaba absolutamente solitaria. Dejamos las mochilas a la sobra, y nos fuimos directos al agua. Cuando salimos, después de pensarlo mucho, le dije a mi primo: “oye, ya que no hay nadie en la playa ni aparecerá nadie a estas horas, ¿por qué no nos quedamos en bolas?”, yo pensé que mi primo diría que no, pero la reacción fue reírse, y decir luego: “ok, nos quedamos en bolas”. Así que yo llevé la iniciativa, me quité los bañadores, y el acto seguido se quitó los suyos. Evidentemente no podía contemplar plácidamente sus atributos, porque cantaría mucho, pero siempre que podía y aprovechando que el estaba despistado, me deleitaba mirando. Por su puesto tenía la polla en reposo, no era muy grande, pero daba igual, ya me había empeñado en ella así que me hubiese gustado si era grande o chica, así que estaba encantado. Cuando estábamos echados en la arena, el me miró y me dejó un poco sorprendido: “oye, tú tienes la polla más grande que yo” dijo mientras sonreía, yo la verdad que en ese momento me quedé sin palabras, no sabía que decirle: “jeje, bueno…la tuya tampoco es pequeña…” y ya para acabar de matarme dijo “jajaja, pues eso también piensa las chicas con las que he estado, sobretodo cuando la tengo dura me la pelan hasta el final, jajaja”. Yo no sabía que hacer, si reírme, si irme corriendo al agua…o decirle que yo mismo se la podía pelar si quería…al final solo me reí. Inmediatamente tumbó su cabeza en la arena, y cerró los ojos mientras cogía sol, yo aproveché la ocasión para mirar su polla y sus huevos, que tampoco estaban nada mal. Como era lógico, me excité y tuve que entrar al agua a ver si se me bajaba el calentón…y la bandera, pensaba que si me la veía tiesa mi primo, no sabía que podía pensar.

A la hora más o menos, fuimos a darnos un chapuzón en el agua, al salir nos sentamos en la arena y nos pusimos a hablar. Yo decidí que era la ocasión perfecta para seguir con el plan, así que le hablé del tema… “oye Raúl, y desde que lo dejaste con Elsa, ¿no has estado con otra chica?”, el me dijo que no, yo insistí ; “oye, y ¿tu porqué no tuviste tema con ella?, ¿no quería ella, no querías tu o no querían los dos?”, el me contestó: “no, yo le propuse varias veces echar un polvo, pero ella me dijo que no, que solo mamadas y poco mas, y la verdad que ya me estaba cansando un poco…” le dije yo; “y no te gustaría hacerlo con alguna chica aunque no estés saliendo con ella” a lo que el me contestó riéndose “joder tío, yo tengo polla ¿no?, pues la pregunta sobra”. A todo eso, hablando de pollas, mamadas y follar se me puso dura, pero ni me di la vuelta ni me tiré al agua, el me miró y se quedó un poco sorprendido “¡tío! ¡estas empalmado!”, yo le dije que si, que cada vez que hablo de estas cosas me empalmo.


No sabría describir la cara que puso, pero yo llegué a tal nivel de excitación que ya todo me daba igual y me lancé a la piscina; “Raúl, ¿a ti alguna vez te la ha chupado algún tío?”, el se sorprendió mas aun y me dijo “¿¡qué dices loco?!, ¿tú me ves cara de marica o qué?”, yo le quise restar importancia al hecho que un hombre le pele la polla a otro hombre diciéndole, “no se Raúl, que un tío te chupe la polla no significa que sea maricón o que tu lo seas, además que cuando eres pibito siempre se experimenta con esas cosas, y porque te la chupe un tío no te vas a convertir de la noche a la mañana en un gay…”, el se quedó medio pensando pero me respondió “joder, pero normal no es, vamos, yo nunca lo he deseado ni creo que desee algún día. ¿Por qué? a ti te gusta que la chupe un tío?”, yo quise dejar claro que no era gay pero que no me importaría probarlo; “mira Raúl, una cosa es que te den por culo y otra bien distinta que te la chupen, yo nunca se la he chupado a un tío, pero no se, por curiosidad o por probar no me importaría, y que conste que yo ni soy gay ni jamás me dejaría dar por culo”.

Yo realmente, pensé que el plan no iba a tener éxito, que mi primo no cedería, ya que se mostró claro y tajante al respecto, mas cuando acabó la conversación sonriendo y diciendo “estás loco tío” y se lanzó al agua. Poco después, nos comimos el bocadillo y retornamos al campamento. El la verdad que se quedó un poco callado, y a mi me daba cosa hablarle, ya que pensé que podría pensar que soy gay o peor aún, que le estaba insinuando algo, y tenía mas miedo aun que él se lo podría decir a alguien, que soy gay cuando realmente no lo era, solo me llama la atención él, y no los hombres en general.

Llegamos, cenamos con la familia, mi madre me preguntó que qué tal la excursión, Raúl no levantó la cabeza del plato, y yo le dije un escueto; “bien…”. Mi madre se extrañó y dijo que si pasó algo, si nos habíamos enfadado o algo de eso porque estábamos toda la noche raro, yo se lo negué, y Raúl también, le dijo que solo estaba cansado. Y yo realmente estaba preocupado, y quería zanjar la posible confusión.

Al rato de cenar, me levanté y dije que me iba para la tienda a dormir, que estaba cansado, mas bien me fui antes de tiempo para evitar el momento embarazoso de ir juntos a dormir. Mi sorpresa fue cuando ya estaba dentro de la tienda y tumbándome en el saco, cuando Raúl abrió la cremallera, “yo también me voy a acostar…” me dijo.

Cuando ya entró y se tumbó sobre el saco, aproveché la ocasión para aclarar; “mira Raúl, quiero que sepas una cosa, porque te veo muy raro conmigo y no quiero que pienses mal, lo primero es que no soy gay, no me gusta otra cosa que no sea una tía, y lo segundo, lo que te dije que bueno, que me gustaría probarlo, lo de chuparle la verga a un tío, no te lo tomes a mal ni pienses que lo decía por ti, yo creo que de hablar del tema de sexo y tal, se me fue un poco la bola, y no quiero que…” en eso el me interrumpió y me dijo “no te preocupes tío, no tienes que disculparte por nada, a mi ni me ofendiste ni me vi amenazado…jejeje”, entonces le dije “ufff, pues no sabes cuanto me alivia oir eso, no querías que pensara mal y digas por ahí que me estoy insinuando a los tíos…jajaja”. Yo realmente me sentí aliviado, vi que me lo dijo de forma sincera, pero jamás, jamás me podría imaginar que la conversación acabará de la siguiente forma…: “mira, no te preocupes, además lo que me dijiste tampoco es una locura, lo que pasa que así de pronto me cogió un poco de sorpresa, pero yo nunca pensé que podrías ser gay o algo de eso. Yo he estado pensando, y a lo mejor tienes razón, hay que probar cosas nuevas…jejeje” yo no me creí lo que estaba escuchando, no sabía si lo decía para enfriar la situación y restarle importancia, o estaba lanzando un mensaje, así que yo le dije; “jeje, no no, hay que probar lo que a uno le apetece o le llama la atención”, seguidamente me dijo: “¿tu me harías a mi una mamada?”, yo estaba ya desconcertado, y le dije: “jeje, te estas riendo de mi o qué?, el me contestó: “no no, en serio, he pensado en eso, y quizás tengas razón…”, así que yo por segunda vez en el día me lancé a la pisicina, esta vez esperando que si haya agua…”pues mira, no me importaría Raúl, nunca lo he hecho y si lo pruebo pues ya sabré si me gusta o no”, y para rematar la noche, se quedó unos minutos mirándome y sonriendo y me dijo; “pues venga, chúpamela”, yo para asegurarme no pisar en falso le dije: “¿qué dices? ¿estás de coña?”, el me respondió; “no no, como tu decías que hay que probar, pues bueno, prueba a ver…”, yo si que no me lo pensé dos veces, me dirigí hacia su polla que estaba en reposo, la empecé tocar y cogerla con mi mano hacia arriba y hacia abajo, y acto seguido hice lo que mas estaba deseando en el mundo en eso dos días, metí su polla en mi boca y empecé a chuparla, de abajo a arriba, le chupaba el capullo, por un lado, por otro, en fin, estaba aprovechando al máximo el momento. Muy muy pronto se le puso muy dura y grande, en reposo parecía que no era una gran polla, pero ahora que estaba dura y tiesa si que era grande.

El me advirtió; “tío, cuando me vaya a correr te aviso para que no te caiga dentro de la boca”, yo le respondí; “no no, no importa, córrete dentro, ya que probamos, probamos desde el primer plato hasta el postre”, y seguí chupándosela sin perder un segundo, el respondió riéndose. De vez en cuando soltaba algún leve gemido, y notaba que le daba placer. tardó un ratito en correrse, hasta que finalmente lo hizo, descargó toda su leche caliente en mi boca y resopló aliviado, retiró la polla de mi boca, yo me tragué su semen, era la primera vez que probaba el semen, obviamente, casi que ni le cogí el gusto porque me daba cosa, así que lo tragué sin más. El me miró tumbado en el saco y me dijo sonriendo: “¿te lo tragaste?”, yo le respondí que si, y además aproveche para saber qué tal le pareció: “¿y qué? ¿te gustó la experiencia o preferías como lo hacía Elsa?”, el se rio y me dijo “joder pues para ser la primera vez que lo hace no está mal, la verdad que si me gustó, aunque realmente estaba pensando que me lo estaba haciendo una tía, por que sino no me empalmo..jajaja”, yo le dije; “ok, pero lo importante es lo que sentiste y que te gustó, a mi también, la verdad que me gustó bastante…”


El caso es que al día siguiente por la mañana, estábamos como antes, es decir, normal, y no fue la única vez que lo hicimos, los tres días más que estuvimos ahí lo volvimos a hacer en la tienda por la noche, todo el día deseando que llegara el momento de meterme su polla en mi boca, y el último día también se la mamé en aquel pajar derruido que había en la montaña, a los dos nos gustaba, y la verdad que eso me agradaba. Cuando regresamos , cada uno volvió a su ciudad, y no lo hemos vuelto a hacer, cuando nos vemos, ya sea en Navidad, Semana Santa o las vacaciones, ni siquiera hablamos de eso, ya han pasado cinco años, y aun sueño con ir de acampada con él , para recordar esos días de placer. Tengo que señalar que a raíz de entonces, he tenido ese deseo de chuparle la polla a muchos chicos, pero lógicamente no me he atrevido ni si quiera a proponérselo, jamás encontré una ocasión como cuando estaba con mi primo. Además ahora mismo tengo de nuevo pareja, una chica, y obviamente nos damos otros placeres..