claro, mi complexión es atlética ya que siempre he practicado el atletismo
(velocidad, salto de altura y longitud). Tengo un hermano mayor, se llama Pablo
tiene 26 años, no nos parecemos mucho, su pelo es menos rizado que el mío y lo
lleva algo más largo y su boca es de labios muy prominentes, sus ojos están
hundidos en una cara con unos rasgos muy suaves. Mi padre también se llama
Pablo, tiene 49 años físicamente se parece mucho a mí, el también practicaba
atletismo cuando estudiaba, incluso actualmente sale 3 veces en semana a correr,
esta en forma.
Vivimos en España (no voy a especificar la ciudad por motivos
obvios) junto con mi madre y mi hermana pequeña. Mi madre es una mujer bastante
robusta, no tiene sobrepeso, es de caderas marcadas y tiene unas piernas muy
bonitas y bien formadas (a menudo ella y mi padre pelean en broma sobre cual de
los dos me paso tan buena genética sobre todo por mis piernas, muy bien
formadas...), lleva el pelo corto, en un tono rojizo que ella misma se da. Mi
hermana tiene 22 años, es muy bella, no tiene mucho pecho pero luce muy bien...
físicamente se parece mucho a mi padre y a mí. Mi hermano Pablo se parece mas a
mi madre.
No sabría decir cual fue la primera vez que mi hermano y yo
nos rozamos o nos tocamos, si éramos conscientes o no. Vagamente recuerdo de muy
pequeños nuestros juegos en la piscina pequeña del camping donde veraneaba toda
la familia, menos mi hermana que no había nacido aun. Nos rozábamos, nos
subíamos a caballito y luchábamos, recuerdo aquello como algo realmente
placentero... También por las noches si hacia mucho calor y mis padres nos
dejaban en el bungalow y se marchaban a tomar una copa mi hermano y yo nos
íbamos a un chalet cercano saltábamos la valla de la casa y nos metíamos en la
piscina desnudos, y allí continuaban nuestras luchas y achuchones acuáticos.
Primero yo montaba a caballito sobre él, y comenzaba a
retozar y a moverse de arriba abajo. No sabia que me pasaba en la entrepierna,
pero a mí aquello me gustaba a mas no poder. Después era yo quien lo montaba a
él y me movía todo lo que su peso me permitía (que no era poco) ya que a mí
también me gustaba mucho notar como apretaba su cintura a mi espalda. Esta es la
primera experiencia que alcanzo a recordar. Los momentos que he descrito los
recuerdo a la perfección, pero aunque no lo recuerdo todo nítidamente estoy
seguro que no nos llegamos a tocar directamente con las manos en nuestras partes
más intimas. Ninguno de los dos sabiamos exactamente lo que haciamos solo se
trataba de un juego para nosotros que al mismo tiempo se convertía en lo mejor
de todas las vacaciones, los dos guardamos el mejor recuerdo de aquello.
También recuerdo la primera casa donde vivíamos, era muy
antigua, las puertas, el salón, la pequeña cocina, los suelos de lozas pequeñas
y con distintos mosaicos de cuadros de color crema y corinto, y aquel cuarto de
baño con el alicatado blanco inmaculado, donde en ocasiones mi hermano y yo
haciamos "peleas de pichas" como le decíamos nosotros.
Nos metíamos en el cuarto de baño que tenia una puerta, no
recuerdo de que color, con dos cristales rugosos en vertical en la parte
superior de esta, que no dejaban ver mas que la sombra de quien estaba dentro.
Esta pelea consistía en bajarnos los pantalones y los calzoncillos hasta las
rodillas, aguantarnos la ropa que lleváramos en la parte de arriba del cuerpo
por encima del ombligo, de manera que nuestras "armas de lucha" quedaban al
descubierto, una frente a la otra y de esta forma, comenzábamos a mover nuestras
caderas de un lado a otro para que nuestras pichas chocaran y se rozaran. No se
decir cuanto duraban aquellas batallitas, ni quien ganaba o perdía. Si recuerdo
que poco a poco nuestras pequeñas dagas se iban transformando en duros sables
mientras duraba la lucha.
En una ocasión en la que empezamos nuestra pelea matutina, la
puerta se abrió y entro mi madre, pillándonos en ese momento " in fraganti " no
recuerdo que nos dijo, creo que salió a buscar a mi padre y nosotros nos
escondimos tras la puerta del cuarto de baño. No creo que nos reprimieran ni
tampoco recuerdo ningún comentario posterior a esto en referencia a lo sucedido.
Pero estas luchas dejaron de hacerse entre nosotros.
Siempre hemos compartido cuarto. Recuerdo que Pablo le daba
mucho miedo las tormentas, cuando había alguna, corría a la cama de mis padres y
claro yo no me iba a quedar solo en el cuarto así que éramos cuatro en la cama.
Esto era un problema para dormir bien, sobre todo cuando fuimos creciendo, ya
que esto se repitió durante mucho tiempo. Al final terminaban marchándose uno de
mis padres a una de nuestras camas, de esta forma estábamos todos más cómodos.
Hasta que, como es normal, mi madre se canso de ello y nos prohibió ir a su
cama. Cuando volvió a producirse otra tormenta, mi hermano volvió a repetir la
operación de costumbre y cuando yo estaba dispuesto a seguir sus pasos apareció
mi padre que traía a hombros a mi hermano, que hacia casi tanto bulto como el.
Mi padre le dijo que tenia que acostumbrarse a dormir en su
cuarto y nos explico que siendo hermanos podríamos apoyarnos y ayudarnos siempre
entre los dos para pasar las cosas buenas y malas. Después se marcho a la cama,
y aunque la tormenta había pasado seguía lloviendo y el viento soplaba fuerte.
Mi hermano me pidió si se podía meter en mi cama. Esa noche dormimos muy pegados
y recuerdo que me gusto la sensación de estar tan cerca de mi hermano. Desde ese
día era muy normal que usáramos la misma cama aunque a media noche alguno de los
dos se cambiara para seguir durmiendo solos y más cómodos. Mis padres no
prestaron atención a aquello, aunque casi nunca amanecía con los dos en una
misma cama. Eso sí, cuando había tormenta amanecíamos en la misma cama pero mis
padres no protestaron nunca.
No sé si aquellas palabras de mi padre tuvieron algo que ver,
pero mi hermano y yo siempre hemos estado muy unidos, no tenemos tapujos ni nos
escondemos nada y nos lo contamos todo. Tenemos mucha confianza el uno en el
otro. Y quitando alguna que otra tontería nunca hemos discutido.
Con el paso del tiempo las tormentas siguieron trayendo a mi
hermano a mi cama aunque ya mas mayores mi hermano siempre se volvía a su cama
antes que mis padres lo vieran en la mía. A mi no me importaba, es mas me
gustaba.
La primera vez que me desperté mojado yo ya era algo mayor,
aunque no recuerdo la edad que tenia. No sé decir que soñé, o el momento exacto
en que me corrí a lo largo de la noche pero cuando me desperté todavía estaba
húmedo. Era un Sábado por la mañana, ese día nos levantábamos tarde ya que no
teníamos colegio. Mis padres no estaban en la casa habían salido de compras. Mi
hermano se había despertado y estaba viendo la tele con el volumen muy bajo para
no molestarme.
Como tenemos mucha confianza le dije:
Mira Pablo, esta noche me he hecho un poquito de pipi en
mi cama y no me he dado cuenta... - mi hermano se incorporo de su cama y
miro la mía. Observo la mancha por un instante y se acerco para examinarla
mejor.
... todavía esta húmeda... - la toco con sus dedos y se
la acerco a la nariz.
¿Qué haces?- le pregunte extrañado, ¿acaso mi hermano no
sabia como olía el pipi?...
Esto no es pipi hermanito, ¿es la primera vez que te
pasa?
Sí.
Veras tienes que masturbarte para que no manches las
sabanas. ¿ No te masturbas todavía?
No... ¿A ti también te pasa?
Si, pero yo me masturbo y de esta forma no me mancho por
las noches. Cuando la picha se te pone dura y grande debes masajeártela
hasta que te salga el semen...
¿Tu lo haces?
Mi hermano se empezó a tocar su picha por encima del
calzoncillo que llevaba, y pude ver como el bulto de su interior iba creciendo
por momentos. A mi eso si me había pasado pero no sabia muy bien que hacer. Me
pidió que hiciera lo mismo, pero para cuando quise tocarme mi calzoncillo estaba
para reventar debido a la erección que se me produjo al ver a mi hermano
tocándose de aquella manera. Mi hermano vio que yo estaba empalmado y me dijo
que le imitara. Yo lo hice sin dudar un momento. Él empezó a meneársela, podía
ver como bajaba y subía aquel trozo de piel sobre la cabeza roja e inflada de su
polla. No salía de mi asombro, pero comencé a hacer lo mismo, aquel roce me
producía unas cosquillitas que me molestaban y me gustaban por partes iguales,
mi respiración se aceleraba y notaba como me ponía ... ¿nervioso?, ¿feliz?... no
sabia explicarlo pero el resultado era muy positivo y me gustaba, ¡joder como me
gustaba! ... Transcurridos unos momentos note como me faltaba el aire y sentía
una sensación de mareo, pero eso sí, agradable, muy agradable... Me corrí, y mi
hermano también se corrió pero de su polla salió una cantidad de liquido mucho
más considerable que de la mía.
Aquello fue algo indescriptible, mi hermano había abierto una
puerta de placer a la que yo estaba dispuesto a sacarle mucho partido. Me
masturbaba todo lo a menudo que podía, aquello era lo mejor que yo conocía y
además podía repetir tanto como quisiera... o pudiera... pero lo mejor estaba
por venir.
Recuerdo una noche de sábado en la que mis padres estuvieron
cenando en casa de mis vecinos, yo tendría unos 17 y Pablo casi 19 años. Mi padre
pidió unas pizzas y nos dijeron que estarían arriba. Nosotros estábamos en
nuestro cuarto viendo el video comunitario (todos los viernes y sábados a las
0’30 emitían una película porno) cuando terminamos la pizza acordamos verla
aprovechando que mis padres no estaban. Al empezar yo no podía dar crédito a lo
que veía. Era mi primera peli porno, creo que no para mi hermano.
Tras ver la primera secuencia (una chica chupandosela a un
chico y después los dos follando como locos de las típicas posturas...) yo
estaba muy excitado y me corrí solo con apretar mi mano sobre mi calzoncillo.
¡Jo! Hermanito que rápido eres... -dijo Pablo entre
risas...
Él estaba totalmente empalmado y se la saco por el pernil de
su calzoncillo. Era enorme, comenzó a meneársela, yo ya no miraba la película no
podía apartar los ojos de aquel trozo de carne algo más grande que el mío.
Cuando me di cuenta ya estaba otra vez empalmado. Esta vez me quite el
calzoncillo y vi que mi hermano me copiaba. Los dos estábamos masturbándonos
cada uno en nuestra cama, yo solo miraba a mi hermano y él miraba el video pero
en ocasiones me miraba a mí.
En otras tantas ocasiones mi hermano y yo nos masturbamos
viendo películas, eso sí, cada uno la suya, hasta que un día paso. Yo tenia
muchas ganas de hacerlo pero no me decidía, y fue él quien me dijo en un tono
entrecortado:
Oye Raúl... ¿tu no crees que... si tu me la meneas a
mí... y yo a ti... disfrutaremos más? Así sabremos que se siente cuando
alguien te la toca...
A mí me pareció muy buena idea así que sin mediar palabra me
pase a su cama y mi hermano me hizo un lado junto a él. Nos incorporamos y
sentados frente a la tele comenzamos a masturbarnos mutuamente como dos buenos
hermanos... me gusto tocar la polla de mi hermano, y el también lo disfruto.
Entonces nos corrimos y nuestras leches nos mancharon toda la barriga. Esa noche
lo repetimos varias veces, durante toda la película, auque una vez que nuestras
pollas se ponían duras, no mirábamos la tele sino que nos dedicábamos únicamente
a nosotros.
De esta forma, viernes si y viernes no, y casi todos los
sábados que podíamos nos hacíamos pajas el uno al otro viendo las pelis del
video comunitario, algunas noches con mis padres en la misma casa, claro que
entonces no sabían nada...
mejor el uno con el otro y recuerdo que en una ocasión estuvimos en el campo un
domingo, en casa de mis abuelos, mi hermano y yo salimos a explorar los
alrededores, llegamos a un sitio donde había un riachuelo no muy grande. Había
una especie de montículo de arena y nos sentamos allí a descansar, luego nos
recostamos. Tumbados el uno junto al otro comenzamos a hablar. Pablo me dijo que
el sábado cuando volvíamos de jugar al fútbol con muestro amigos se dio cuenta
que mama estaba muy apurada y alterada y que él creía que estaban haciéndolo.
Entonces yo le conté como esa misma semana mientras que él estaba en clases de
guitarra y yo en atletismo las duchas del polideportivo no funcionaban y me tuve
que ir a casa sin ducharme con lo cual era mas temprano de lo habitual. Al
llegar a casa abrí la puerta y entre sin hacer ruido, ya que note unos sonidos
extraños, Fui avanzando hasta que al llegar frente a la puerta de la habitación
de nuestros padres, que estaba un poco entornada los vi como estaban follando.
¿Y como lo hacían?- me pregunto ansioso Pablo.
Mama se la estaba chupando a papa...
¿La tiene muy grande papa?-me interrumpió...
Si, es enorme, es tan gorda como la tuya y la mía juntas.
¡Joder!, ¿Y que más viste?
Pues después mama se tumbo y papa empezó a follarla...
¿Y que más viste?...
Nada mas porque me fui y tras esperar un rato en la calle
volví a casa como de nuevas.- nos quedamos callados por un momento.
¿Te la han chupado alguna vez...?- me pregunto mi
hermano. Debo decir que a aquella edad ya tonteabamos con chicas y nuestro
éxito con ellas era muy notable...
No, solo me he enrollado con Rosita... bueno y nos hemos
tocado y eso...
¿Qué es "... y eso..."?
Una vez me hizo una paja mientras yo le tocaba todo su
coño...
¿Te corriste en su mano?
Sí.
¿Y ella?
Creo que si mi mano estaba muy mojada y no paraba de
gemir...
¿Te la ha chupado alguna vez?
No, aunque estoy deseando, pero una vez se lo pedí a
Rosita y me dijo que no, que era un asqueroso...
Es que Rosita es una estrecha... -dijo Pablo-... yo no
creo que sea algo asqueroso...
A mi no me daría asco chupartela... -de repente note como
toda la adrenalina de mi cuerpo fluía a una velocidad de vértigo... ¿cómo
había sido capaz de decir aquello a mi propio hermano por mucho que lo
deseara?
Si quieres yo te la puedo chupar a ti y después tu me la
chupas a mí... - Aquella comenzaba a ser nuestra insignia..."yo a ti... y tú
a mí..." y nos iba muy bien...
Entonces me incorpore y le baje el pantalón azul de chándal
que llevaba, estaba empezando a ponerse dura y toque con mi lengua la punta de
su escroto, sabia algo salada, pero me gusto aquella sensación, cuando la tuvo
totalmente dura su grande asomaba todo hinchado y yo pase mi lengua por todo él
hasta que me metí toda su polla en mi boca, mi hermano soltó un gemido y me
agarro de la cabeza para compaginar el movimientito de su pelvis con la de mi
cabeza. Cuando se corrió note como aquellos chorros avanzaban por todo el
interior de su polla hasta desembocar en mi boca de la que brotaban algunos
restos. Era la primera polla que chupaba y me gusto el sabor de su semen, no me
daba asco en absoluto, era mi hermano y para mí era como si me tragara mi propia
leche. Después de correrse cumplió su palabra y me desabrocho mi pantalón lo
bajo junto con mis calzoncillos y se metió en su boquita mi polla totalmente
tiesa y a punto de correrse, ya que mientras yo se la chupe a él estuve
tocándome. Cuando me corrí en su boca pude ver como mi hermano se tragaba todo
mi semen. Nos limpiamos un poco con el agua del riachuelo y con un pañuelo que
yo llevaba y luego volvimos con el resto de la familia.
En otra ocasión ya mas mayores justo antes de que mi hermano
se fuera a estudiar música mis padres estaban de fin de semana en Sierra Nevada.
Aquella noche cuando cenamos estábamos hablando sobre nuestras novias, amigos y
como no, sexo... y me pregunto si ya había follado con mi novia, yo le dije que
si y él me contó que también follaba con la suya pero que le había pedido hacer
sexo anal y ella no había aceptado, yo le dije que yo ni siquiera se lo plantee
a la mía.
¿Y no te gustaría follarte el culo de tu novia?- me
pregunto...
No creo que me deje...
¿Te gustaría probar alguna vez?
¿Me estas proponiendo algo... hermanito... ?...- le dije
sonriéndole...
Entonces me cogió el paquete y comenzó a manoseármelo. Nos
desnudamos y nos fuimos a la cama de mis padres. El se tumbó boca arriba y yo me
coloque encima para chupársela de manera que él me la chupara a mí también.
Cuando llevábamos un rato chupandonos nuestras pollas, me gire y poniéndome a
cuatro patas le dije que me la metiera. Él acercó su cara a mi culo y me lo
ensalivo con su lengua, yo notaba como me escupía y restregaba toda la saliva
por mi culo hasta que note como apoyó la cabeza de su polla sobre mi agujerito y
comenzó a hundirla lentamente dentro de mí, era muy doloroso, pero conforme fue
masturbándome note como mi culo se abría cada vez mas y una sensación
enormemente placentera me fluía desde detrás de mi polla... dentro... detrás de
mis pelotas... fantástico, notaba como la polla de mi hermano se movía dentro y
fuera de mi culo mientras él me masturbaba. Creí que no aguantaría sin correrme
mucho tiempo cuando note como su semen llenaba todo mi interior y me calentaba
por dentro, en ese momento me corrí con tal fuerza que toda la almohada quedo
empapada por mi leche. Desde aquel día me quedo muy claro que ningún hombre
sabrá lo que es una buena corrida... no,... la mejor de las corridas...
hasta que no se corra mientras le están dando por el culo...
Seguimos follando por mucho tiempo, incluso en ocasiones
cuando teníamos alguna novia había días que no quedábamos con ellas solo para
poder follar entre nosotros, yo no sentía con nadie lo que sentía con mi hermano
y él me contaba que le ocurría lo mismo que a mí.
Lo que voy a contar a continuación ocurrió el verano del ’99.
Mi hermano ya había terminado sus estudios de música, y estaba de nuevo en casa,
nos acabábamos de mudar a un pequeño chalet con piscina. Aquella tarde, después
de comer mi madre y mi hermana fueron a ver a mi tía. Mi hermano y yo estábamos
en la piscina y decidimos quitarnos el bañador ya que teníamos la casa para
nosotros solos. Cuando escuchamos la puerta nos los pusimos de inmediato entre
risas y prisas. Era mi padre que regresaba del trabajo. Se acerco a la piscina y
nos pregunto por nuestra madre y nosotros le contamos, se acerco mas a donde
estábamos y nos dijo:
Me gustaría dormir un rato, ¿me hacéis el favor de no
hacer mucho ruido?-dijo mi padre.
No, báñate con nosotros... -le dijo mi hermano.
Mas tarde, quiero echarme un rato.
Entonces sonó el teléfono y mi padre fue a cogerlo. Cuando
volvió nos explico que muestra tía y mi madre iban a preparar una barbacoa para
cenar todos juntos y que cuando se levantara nos iríamos los tres para allá.
Pero mi hermano le volvió a insistir para que se bañara y como no lo conseguía
yo me salí del agua y agarrando a mi padre le grite a mi hermano para que lo
tiráramos al agua.
Mi hermano salió como una bala del agua y entre los dos lo
arrastramos entre risas y forcejeos, solo le dio tiempo de quitarse la chaqueta
que aun la tenia puesta y caímos los tres abrazados al agua. Cuando logro salir
de la piscina su ropa estaba totalmente pegada a su cuerpo de manera que se
podía notar como su polla había crecido debajo de aquel pantalón mojado. Supongo
que mi hermano también se percató de ello y los dos salimos del agua y
comenzamos a forcejear con él en una lucha en broma e intentando quitarle
aquella ropa mojada.
Nuestros cuerpos se rozaban y mi bañador iba a estallar
debido a la gran erección que tenia, vi que mi hermano también estaba empalmado
y pude notar el gran bulto de mi padre pegado a mi barriga. Aquel forcejeo duro
como unos cinco minutos, pude percibir como los tres lo estábamos disfrutando a
sobremanera, por eso se prolongo todo lo que pudimos. En ocasiones pegaba tanto
mi cara a la de mi padre y mi hermano que notaba sus respiraciones aceleradas y
rozaba mi rostro todo lo que podía a sus bocas, en un par de ocasiones mis
labios rozaron los de mi padre y también pude notar la lengua de mi hermano. Mis
manos palpaban sus glúteos sobre aquella ropa mojada.
Finalmente conseguimos quitarle la camisa sin ninguna
dificultad, sus pantalones, y aquel bóxer mojado dejaba entrever su enorme verga
ya totalmente erecta... no se en que momento se juntaron las dos primeras bocas
ni quienes fueron, ni se decir en que momento toque por primera vez el paquete
de mi padre o este toco el mío o el de mi hermano, si recuerdo perfectamente la
boca de mi hermano junto con la de mi padre y pude ver como metía la lengua en
su boca. Note como salía de mi polla liquido pre-seminal y seguíamos forcejeando
sobre el césped. Hacia bastante calor. De una forma totalmente natural mi padre
acerco mi boca a la de él y a la de mi hermano que ya estaba unida a la suya y
nuestras lenguas exploraron nuestras bocas por un rato. A estas alturas ni yo ni
mi hermano teníamos el bañador puesto y le bajamos el bóxer a mi padre.
Nuestra casa esta bien vallada, además que no es una zona muy
habitada ya que esta sobre un montecito cerca de la ciudad. Extendimos unas
toallas en el césped y nos pusimos sobre ellas totalmente desnudos. Voy a
intentar narraros lo que hicimos ya que mi estado de excitación y placer eran
tales, al igual que mi hermano y mi padre que hay un par de ocasiones en las que
no sabría decir de quien era cada parte de cuerpo que tocaba, lamía o follaba...
Puedo recordar a la perfección que lo primero que mi hermano
y yo hicimos fue chupar aquella enorme polla durante largo tiempo, nuestras
bocas la presionaban a ambos lados de la base a la punta, uno chupaba la polla y
otro los huevos, uno el culo y el otro la polla,... Seguidamente mi hermano y
yo, nos levantamos y guiamos a nuestro padre a bajar poniendo nuestras manos en
sus hombros. Nos juntamos de manera que la cabeza de nuestro padre quedo a la
altura de nuestras pollas y pudo chuparlas, nos fuimos pegando cada vez mas
hasta que mi padre pudo meterse las dos pollas de sus hijos en la boca al mismo
tiempo.
Cuando no pudimos mas nos corrimos en su boca y después se la
volvimos a chupar entre los dos para que se corriera el también.
Yo pensé que ya no se podía gozar mas, pero estaba
equivocado.
Después de esto nos duchamos y nos dirigimos a casa de mi tía
ya que nos estaban esperando para preparar la barbacoa.
Mientras estuve en la ducha, no podía dejar de pensar si esto
que había ocurrido cambiaria nuestras vidas, si mi padre, mi hermano o incluso
yo nos lo tomaría mal, si no supiésemos llevarlo bien... A mí me había gustado y
me sentía muy feliz y mas unidos a ellos que nunca, pero que mas podía pasar...
Sin embargo todas mis dudas se disiparon en cuanto salí de la
ducha. Ellos seguían hablando como si nada, aunque a mí me pareció percibir mas
unión y confianza entre nosotros.
Otra de mis inquietudes era mi madre, por supuesto yo no le
contaría nada, ni mi hermano tampoco pero... ¿mi padre también mantenía el
secreto? Yo no tenia la certeza de que así fuera, y aunque me constaba que ellos
seguían teniendo su vida igual que siempre (incluso en el ámbito sexual) la
segunda vez que mi hermano y yo tuvimos un encuentro con papa me hizo pensar que
quizás ella lo sabia.
Mi hermana dormía en casa de una de sus amigas aquella noche,
mis padres estaban en su dormitorio y mi hermano y yo en el nuestro. Era viernes
por la noche y Pablo y yo veíamos una película porno del comunitario. Acababa de
empezar de manera que estábamos cada uno en nuestra cama tapados con los
calzoncillos puestos aun. Mi padre se coló en la habitación a hurtadillas y no
nos dio tiempo de percatarnos de su presencia hasta que le oímos decir que que
nos abultaba tanto bajo las sabanas. Tiro un cojín entre las dos camas y se
sentó mientras nos decía...
Oye, ¿de qué va esta peli?, ¿Es de miedo?... -dijo con
una sonrisa picarona.
Nosotros nos quedamos un poco cortados, al fin y al cabo mi
madre estaba en la casa aquella noche...
Creo que lo único que aquí hay "de miedo" es el pedazo de
erección que tenéis...
Mi hermano y yo comenzamos a reír muy bajito, y papa alargo
sus brazos de manera que busco bajo las sabanas nuestros paquetes (y no de
tabaco exactamente...). Nos lo fue acariciando por encima de nuestros
calzoncillos hasta que no pudimos mas y nos los quitamos. Para entonces la polla
de mi padre estaba estallando. Mientras él nos la machacaba a cada uno con una
mano nosotros nos aferramos a su gran polla para hacer lo mismo. Una vez
habíamos terminado nos dio las buenas noches y se fue. Pude oír como se duchaba
para luego irse a dormir.
Pablo y yo estuvimos comentando sobre nuestras inquietudes
con respecto a mama, la queríamos mucho y nos preguntábamos cuanto daño podría
hacerle saber aquello, aunque por otro lado pensábamos que como un tipo
inteligente como papa se arriesgaba a tener encuentros con sus hijos, incluso
con su mujer (nuestra propia madre) en la misma casa... Ambos estábamos de
acuerdo en que podía ser muy morboso para él, pero con respecto a nosotros
nuestro deseo de no dañar a mama estaba por encima del todo lo que aquella
situación pudiera proporcionarnos a cualquiera.
No obstante disfrutábamos mucho entre los tres y estos
encuentros fueron realizándose con tanta frecuencia como nos era posible.
En otra ocasión, mi madre estaba en una acampada con mi
hermana pequeña, los profesores de su clase y algunos de los padres que habían
organizado una pernocta en el campo. Mi madre decidió ir como monitora junto con
otras más.
Aquella noche de sábado mi hermano y yo habíamos planeado
dejar a nuestras novias en sus casas temprano y volver para estar a solas con
papá. Cuando llegamos, toda la casa estaba oscura y Pablo se acercó al
dormitorio de papa para ver si estaba dormido pero estaba en su cama viendo la
tele. Cuando escucho la puerta pregunto:
¿Ya estáis de vuelta... ?
Si –dijo Pablo- no sabíamos si estabas dormido...
No... estaba viendo la tele.
Pablo se quitó toda la ropa menos los calzoncillos, se metió
en la cama junto a papá y se puso a ver la tele.
Oye no seáis pesados con lo cómodo que estaba yo aquí...
-dijo sonriendo
Yo me apresure a imitar a mi hermano y me puse al otro lado
de papá. Estuvimos charlando un rato mientras mirábamos la tele. Pablo y yo
comenzamos a juguetear entre nosotros y la entrepierna de papa comenzó a crecer,
entonces empezamos a hacerle cosquillas y forcejear con él...
¡Eh...!, ¿Qué no habéis tenido bastante con vuestras
novias esta noche... ?-nos dijo bromeando...
Si, pero a nadie le amarga un dulce... - le dije yo.
Empezamos a besarnos los tres y fuimos desprendiendo a mi
padre de su pijama de dos piezas. Lo pusimos boca abajo y mi hermano y yo
comenzamos a lamer sus redondos y duros glúteos hasta que los separamos y
movimos nuestras lenguas a lo largo de aquella deliciosa raja follandonos aquel
agujero con nuestras lenguas. Escupíamos y lamíamos una y otra vez. Cuando hubo
bastante saliva comencé a meter los dedos en su culo mientras mi hermano chupaba
mi mano y su agujera cada vez mas dilatado.
Mi padre le dijo a Pablo que cogiera un tubo de lubricante
que tenia en la mesilla de noche (lo que me hico pensar que con probabilidad lo
habría usado en ocasiones para follar a mi madre por el culo). Pablo comenzó a
untar su culo y mi mano con aquel gel y conseguí meterle cuatro de los dedos de
mi mano. Mi hermano pegó su mano a la mía e introdujo el dedo índice y corazón.
Mi padre me dijo que podíamos intentar follarnos lo al mismo tiempo los dos, de
manera que yo me tumbe en la cama y mi padre se sentó sobre mi polla que estaba
reventando, se inclino hacia mí y mi hermano fue por detrás de mi padre y tras
ponerse más lubricante fue hundiendo su polla mientras la mía permanecía inmóvil
para facilitarle la tarea, hasta que se la consiguió meter entera. ¡Joder!,
aquello era increíble... podía notar la polla de mi hermano en continuo roce con
la mía dentro de aquella cavidad que era el culo de mi padre...
Follamos en esta posición durante un buen rato, mientras
nuestras lenguas mezclaban nuestras salivas, cuando mi hermano estuvo a punto,
paro por un momento sin sacar su polla hasta que yo también lo estuve y entonces
volvimos los dos a la carga y nos corrimos casi al mismo tiempo entre los
gemidos de los tres. Al sacar nuestras pollas del culo de mi padre pudimos notar
como nuestra leche salía de él y le comenzamos a restregar el culo mientras le
chupábamos la polla. No tardo en correrse.
Aquella noche dormimos los tres en su cama, como cuando
éramos pequeños y nos daban miedo las tormentas. Cuando nos despertamos volvimos
a follar los tres. Como aquel fin de semana tuvimos algunos mas, cada vez que mi
madre y mi hermana se iban de pernocta con la clase.
Mi hermano ya había terminado sus estudios de música, y estaba de nuevo en casa,
nos acabábamos de mudar a un pequeño chalet con piscina. Aquella tarde, después
de comer mi madre y mi hermana fueron a ver a mi tía. Mi hermano y yo estábamos
en la piscina y decidimos quitarnos el bañador ya que teníamos la casa para
nosotros solos. Cuando escuchamos la puerta nos los pusimos de inmediato entre
risas y prisas. Era mi padre que regresaba del trabajo. Se acerco a la piscina y
nos pregunto por nuestra madre y nosotros le contamos, se acerco mas a donde
estábamos y nos dijo:
Me gustaría dormir un rato, ¿me hacéis el favor de no
hacer mucho ruido?-dijo mi padre.
No, báñate con nosotros... -le dijo mi hermano.
Mas tarde, quiero echarme un rato.
Entonces sonó el teléfono y mi padre fue a cogerlo. Cuando
volvió nos explico que muestra tía y mi madre iban a preparar una barbacoa para
cenar todos juntos y que cuando se levantara nos iríamos los tres para allá.
Pero mi hermano le volvió a insistir para que se bañara y como no lo conseguía
yo me salí del agua y agarrando a mi padre le grite a mi hermano para que lo
tiráramos al agua.
Mi hermano salió como una bala del agua y entre los dos lo
arrastramos entre risas y forcejeos, solo le dio tiempo de quitarse la chaqueta
que aun la tenia puesta y caímos los tres abrazados al agua. Cuando logro salir
de la piscina su ropa estaba totalmente pegada a su cuerpo de manera que se
podía notar como su polla había crecido debajo de aquel pantalón mojado. Supongo
que mi hermano también se percató de ello y los dos salimos del agua y
comenzamos a forcejear con él en una lucha en broma e intentando quitarle
aquella ropa mojada.
Nuestros cuerpos se rozaban y mi bañador iba a estallar
debido a la gran erección que tenia, vi que mi hermano también estaba empalmado
y pude notar el gran bulto de mi padre pegado a mi barriga. Aquel forcejeo duro
como unos cinco minutos, pude percibir como los tres lo estábamos disfrutando a
sobremanera, por eso se prolongo todo lo que pudimos. En ocasiones pegaba tanto
mi cara a la de mi padre y mi hermano que notaba sus respiraciones aceleradas y
rozaba mi rostro todo lo que podía a sus bocas, en un par de ocasiones mis
labios rozaron los de mi padre y también pude notar la lengua de mi hermano. Mis
manos palpaban sus glúteos sobre aquella ropa mojada.
Finalmente conseguimos quitarle la camisa sin ninguna
dificultad, sus pantalones, y aquel bóxer mojado dejaba entrever su enorme verga
ya totalmente erecta... no se en que momento se juntaron las dos primeras bocas
ni quienes fueron, ni se decir en que momento toque por primera vez el paquete
de mi padre o este toco el mío o el de mi hermano, si recuerdo perfectamente la
boca de mi hermano junto con la de mi padre y pude ver como metía la lengua en
su boca. Note como salía de mi polla liquido pre-seminal y seguíamos forcejeando
sobre el césped. Hacia bastante calor. De una forma totalmente natural mi padre
acerco mi boca a la de él y a la de mi hermano que ya estaba unida a la suya y
nuestras lenguas exploraron nuestras bocas por un rato. A estas alturas ni yo ni
mi hermano teníamos el bañador puesto y le bajamos el bóxer a mi padre.
Nuestra casa esta bien vallada, además que no es una zona muy
habitada ya que esta sobre un montecito cerca de la ciudad. Extendimos unas
toallas en el césped y nos pusimos sobre ellas totalmente desnudos. Voy a
intentar narraros lo que hicimos ya que mi estado de excitación y placer eran
tales, al igual que mi hermano y mi padre que hay un par de ocasiones en las que
no sabría decir de quien era cada parte de cuerpo que tocaba, lamía o follaba...
Puedo recordar a la perfección que lo primero que mi hermano
y yo hicimos fue chupar aquella enorme polla durante largo tiempo, nuestras
bocas la presionaban a ambos lados de la base a la punta, uno chupaba la polla y
otro los huevos, uno el culo y el otro la polla,... Seguidamente mi hermano y
yo, nos levantamos y guiamos a nuestro padre a bajar poniendo nuestras manos en
sus hombros. Nos juntamos de manera que la cabeza de nuestro padre quedo a la
altura de nuestras pollas y pudo chuparlas, nos fuimos pegando cada vez mas
hasta que mi padre pudo meterse las dos pollas de sus hijos en la boca al mismo
tiempo.
Cuando no pudimos mas nos corrimos en su boca y después se la
volvimos a chupar entre los dos para que se corriera el también.
Yo pensé que ya no se podía gozar mas, pero estaba
equivocado.
Después de esto nos duchamos y nos dirigimos a casa de mi tía
ya que nos estaban esperando para preparar la barbacoa.
Mientras estuve en la ducha, no podía dejar de pensar si esto
que había ocurrido cambiaria nuestras vidas, si mi padre, mi hermano o incluso
yo nos lo tomaría mal, si no supiésemos llevarlo bien... A mí me había gustado y
me sentía muy feliz y mas unidos a ellos que nunca, pero que mas podía pasar...
Sin embargo todas mis dudas se disiparon en cuanto salí de la
ducha. Ellos seguían hablando como si nada, aunque a mí me pareció percibir mas
unión y confianza entre nosotros.
Otra de mis inquietudes era mi madre, por supuesto yo no le
contaría nada, ni mi hermano tampoco pero... ¿mi padre también mantenía el
secreto? Yo no tenia la certeza de que así fuera, y aunque me constaba que ellos
seguían teniendo su vida igual que siempre (incluso en el ámbito sexual) la
segunda vez que mi hermano y yo tuvimos un encuentro con papa me hizo pensar que
quizás ella lo sabia.
Mi hermana dormía en casa de una de sus amigas aquella noche,
mis padres estaban en su dormitorio y mi hermano y yo en el nuestro. Era viernes
por la noche y Pablo y yo veíamos una película porno del comunitario. Acababa de
empezar de manera que estábamos cada uno en nuestra cama tapados con los
calzoncillos puestos aun. Mi padre se coló en la habitación a hurtadillas y no
nos dio tiempo de percatarnos de su presencia hasta que le oímos decir que que
nos abultaba tanto bajo las sabanas. Tiro un cojín entre las dos camas y se
sentó mientras nos decía...
Oye, ¿de qué va esta peli?, ¿Es de miedo?... -dijo con
una sonrisa picarona.
Nosotros nos quedamos un poco cortados, al fin y al cabo mi
madre estaba en la casa aquella noche...
Creo que lo único que aquí hay "de miedo" es el pedazo de
erección que tenéis...
Mi hermano y yo comenzamos a reír muy bajito, y papa alargo
sus brazos de manera que busco bajo las sabanas nuestros paquetes (y no de
tabaco exactamente...). Nos lo fue acariciando por encima de nuestros
calzoncillos hasta que no pudimos mas y nos los quitamos. Para entonces la polla
de mi padre estaba estallando. Mientras él nos la machacaba a cada uno con una
mano nosotros nos aferramos a su gran polla para hacer lo mismo. Una vez
habíamos terminado nos dio las buenas noches y se fue. Pude oír como se duchaba
para luego irse a dormir.
Pablo y yo estuvimos comentando sobre nuestras inquietudes
con respecto a mama, la queríamos mucho y nos preguntábamos cuanto daño podría
hacerle saber aquello, aunque por otro lado pensábamos que como un tipo
inteligente como papa se arriesgaba a tener encuentros con sus hijos, incluso
con su mujer (nuestra propia madre) en la misma casa... Ambos estábamos de
acuerdo en que podía ser muy morboso para él, pero con respecto a nosotros
nuestro deseo de no dañar a mama estaba por encima del todo lo que aquella
situación pudiera proporcionarnos a cualquiera.
No obstante disfrutábamos mucho entre los tres y estos
encuentros fueron realizándose con tanta frecuencia como nos era posible.
En otra ocasión, mi madre estaba en una acampada con mi
hermana pequeña, los profesores de su clase y algunos de los padres que habían
organizado una pernocta en el campo. Mi madre decidió ir como monitora junto con
otras más.
Aquella noche de sábado mi hermano y yo habíamos planeado
dejar a nuestras novias en sus casas temprano y volver para estar a solas con
papá. Cuando llegamos, toda la casa estaba oscura y Pablo se acercó al
dormitorio de papa para ver si estaba dormido pero estaba en su cama viendo la
tele. Cuando escucho la puerta pregunto:
¿Ya estáis de vuelta... ?
Si –dijo Pablo- no sabíamos si estabas dormido...
No... estaba viendo la tele.
Pablo se quitó toda la ropa menos los calzoncillos, se metió
en la cama junto a papá y se puso a ver la tele.
Oye no seáis pesados con lo cómodo que estaba yo aquí...
-dijo sonriendo
Yo me apresure a imitar a mi hermano y me puse al otro lado
de papá. Estuvimos charlando un rato mientras mirábamos la tele. Pablo y yo
comenzamos a juguetear entre nosotros y la entrepierna de papa comenzó a crecer,
entonces empezamos a hacerle cosquillas y forcejear con él...
¡Eh...!, ¿Qué no habéis tenido bastante con vuestras
novias esta noche... ?-nos dijo bromeando...
Si, pero a nadie le amarga un dulce... - le dije yo.
Empezamos a besarnos los tres y fuimos desprendiendo a mi
padre de su pijama de dos piezas. Lo pusimos boca abajo y mi hermano y yo
comenzamos a lamer sus redondos y duros glúteos hasta que los separamos y
movimos nuestras lenguas a lo largo de aquella deliciosa raja follandonos aquel
agujero con nuestras lenguas. Escupíamos y lamíamos una y otra vez. Cuando hubo
bastante saliva comencé a meter los dedos en su culo mientras mi hermano chupaba
mi mano y su agujera cada vez mas dilatado.
Mi padre le dijo a Pablo que cogiera un tubo de lubricante
que tenia en la mesilla de noche (lo que me hico pensar que con probabilidad lo
habría usado en ocasiones para follar a mi madre por el culo). Pablo comenzó a
untar su culo y mi mano con aquel gel y conseguí meterle cuatro de los dedos de
mi mano. Mi hermano pegó su mano a la mía e introdujo el dedo índice y corazón.
Mi padre me dijo que podíamos intentar follarnos lo al mismo tiempo los dos, de
manera que yo me tumbe en la cama y mi padre se sentó sobre mi polla que estaba
reventando, se inclino hacia mí y mi hermano fue por detrás de mi padre y tras
ponerse más lubricante fue hundiendo su polla mientras la mía permanecía inmóvil
para facilitarle la tarea, hasta que se la consiguió meter entera. ¡Joder!,
aquello era increíble... podía notar la polla de mi hermano en continuo roce con
la mía dentro de aquella cavidad que era el culo de mi padre...
Follamos en esta posición durante un buen rato, mientras
nuestras lenguas mezclaban nuestras salivas, cuando mi hermano estuvo a punto,
paro por un momento sin sacar su polla hasta que yo también lo estuve y entonces
volvimos los dos a la carga y nos corrimos casi al mismo tiempo entre los
gemidos de los tres. Al sacar nuestras pollas del culo de mi padre pudimos notar
como nuestra leche salía de él y le comenzamos a restregar el culo mientras le
chupábamos la polla. No tardo en correrse.
Aquella noche dormimos los tres en su cama, como cuando
éramos pequeños y nos daban miedo las tormentas. Cuando nos despertamos volvimos
a follar los tres. Como aquel fin de semana tuvimos algunos mas, cada vez que mi
madre y mi hermana se iban de pernocta con la clase.
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