domingo, 20 de septiembre de 2015

Padre y hermanos.. incesto a tutiplén


Mi nombre es Raúl, tengo 24 años, pelo rizado y más bien 
claro, mi complexión es atlética ya que siempre he practicado el atletismo 
(velocidad, salto de altura y longitud). Tengo un hermano mayor, se llama Pablo 
tiene 26 años, no nos parecemos mucho, su pelo es menos rizado que el mío y lo 
lleva algo más largo y su boca es de labios muy prominentes, sus ojos están 
hundidos en una cara con unos rasgos muy suaves. Mi padre también se llama 
Pablo, tiene 49 años físicamente se parece mucho a mí, el también practicaba 
atletismo cuando estudiaba, incluso actualmente sale 3 veces en semana a correr, 
esta en forma.


Vivimos en España (no voy a especificar la ciudad por motivos 
obvios) junto con mi madre y mi hermana pequeña. Mi madre es una mujer bastante 
robusta, no tiene sobrepeso, es de caderas marcadas y tiene unas piernas muy 
bonitas y bien formadas (a menudo ella y mi padre pelean en broma sobre cual de 
los dos me paso tan buena genética sobre todo por mis piernas, muy bien 
formadas...), lleva el pelo corto, en un tono rojizo que ella misma se da. Mi 
hermana tiene 22 años, es muy bella, no tiene mucho pecho pero luce muy bien... 
físicamente se parece mucho a mi padre y a mí. Mi hermano Pablo se parece mas a 
mi madre.



No sabría decir cual fue la primera vez que mi hermano y yo 
nos rozamos o nos tocamos, si éramos conscientes o no. Vagamente recuerdo de muy 
pequeños nuestros juegos en la piscina pequeña del camping donde veraneaba toda 
la familia, menos mi hermana que no había nacido aun. Nos rozábamos, nos 
subíamos a caballito y luchábamos, recuerdo aquello como algo realmente 
placentero... También por las noches si hacia mucho calor y mis padres nos 
dejaban en el bungalow y se marchaban a tomar una copa mi hermano y yo nos 
íbamos a un chalet cercano saltábamos la valla de la casa y nos metíamos en la 
piscina desnudos, y allí continuaban nuestras luchas y achuchones acuáticos.


Primero yo montaba a caballito sobre él, y comenzaba a 
retozar y a moverse de arriba abajo. No sabia que me pasaba en la entrepierna, 
pero a mí aquello me gustaba a mas no poder. Después era yo quien lo montaba a 
él y me movía todo lo que su peso me permitía (que no era poco) ya que a mí 
también me gustaba mucho notar como apretaba su cintura a mi espalda. Esta es la 
primera experiencia que alcanzo a recordar. Los momentos que he descrito los 
recuerdo a la perfección, pero aunque no lo recuerdo todo nítidamente estoy 
seguro que no nos llegamos a tocar directamente con las manos en nuestras partes 
más intimas. Ninguno de los dos sabiamos exactamente lo que haciamos solo se 
trataba de un juego para nosotros que al mismo tiempo se convertía en lo mejor 
de todas las vacaciones, los dos guardamos el mejor recuerdo de aquello.



También recuerdo la primera casa donde vivíamos, era muy 
antigua, las puertas, el salón, la pequeña cocina, los suelos de lozas pequeñas 
y con distintos mosaicos de cuadros de color crema y corinto, y aquel cuarto de 
baño con el alicatado blanco inmaculado, donde en ocasiones mi hermano y yo 
haciamos "peleas de pichas" como le decíamos nosotros.



Nos metíamos en el cuarto de baño que tenia una puerta, no 
recuerdo de que color, con dos cristales rugosos en vertical en la parte 
superior de esta, que no dejaban ver mas que la sombra de quien estaba dentro. 
Esta pelea consistía en bajarnos los pantalones y los calzoncillos hasta las 
rodillas, aguantarnos la ropa que lleváramos en la parte de arriba del cuerpo 
por encima del ombligo, de manera que nuestras "armas de lucha" quedaban al 
descubierto, una frente a la otra y de esta forma, comenzábamos a mover nuestras 
caderas de un lado a otro para que nuestras pichas chocaran y se rozaran. No se 
decir cuanto duraban aquellas batallitas, ni quien ganaba o perdía. Si recuerdo 
que poco a poco nuestras pequeñas dagas se iban transformando en duros sables 
mientras duraba la lucha.



En una ocasión en la que empezamos nuestra pelea matutina, la 
puerta se abrió y entro mi madre, pillándonos en ese momento " in fraganti " no 
recuerdo que nos dijo, creo que salió a buscar a mi padre y nosotros nos 
escondimos tras la puerta del cuarto de baño. No creo que nos reprimieran ni 
tampoco recuerdo ningún comentario posterior a esto en referencia a lo sucedido. 
Pero estas luchas dejaron de hacerse entre nosotros.



Siempre hemos compartido cuarto. Recuerdo que Pablo le daba 
mucho miedo las tormentas, cuando había alguna, corría a la cama de mis padres y 
claro yo no me iba a quedar solo en el cuarto así que éramos cuatro en la cama. 
Esto era un problema para dormir bien, sobre todo cuando fuimos creciendo, ya 
que esto se repitió durante mucho tiempo. Al final terminaban marchándose uno de 
mis padres a una de nuestras camas, de esta forma estábamos todos más cómodos. 
Hasta que, como es normal, mi madre se canso de ello y nos prohibió ir a su 
cama. Cuando volvió a producirse otra tormenta, mi hermano volvió a repetir la 
operación de costumbre y cuando yo estaba dispuesto a seguir sus pasos apareció 
mi padre que traía a hombros a mi hermano, que hacia casi tanto bulto como el.



Mi padre le dijo que tenia que acostumbrarse a dormir en su 
cuarto y nos explico que siendo hermanos podríamos apoyarnos y ayudarnos siempre 
entre los dos para pasar las cosas buenas y malas. Después se marcho a la cama, 
y aunque la tormenta había pasado seguía lloviendo y el viento soplaba fuerte. 
Mi hermano me pidió si se podía meter en mi cama. Esa noche dormimos muy pegados 
y recuerdo que me gusto la sensación de estar tan cerca de mi hermano. Desde ese 
día era muy normal que usáramos la misma cama aunque a media noche alguno de los 
dos se cambiara para seguir durmiendo solos y más cómodos. Mis padres no 
prestaron atención a aquello, aunque casi nunca amanecía con los dos en una 
misma cama. Eso sí, cuando había tormenta amanecíamos en la misma cama pero mis 
padres no protestaron nunca.



No sé si aquellas palabras de mi padre tuvieron algo que ver, 
pero mi hermano y yo siempre hemos estado muy unidos, no tenemos tapujos ni nos 
escondemos nada y nos lo contamos todo. Tenemos mucha confianza el uno en el 
otro. Y quitando alguna que otra tontería nunca hemos discutido.



Con el paso del tiempo las tormentas siguieron trayendo a mi 
hermano a mi cama aunque ya mas mayores mi hermano siempre se volvía a su cama 
antes que mis padres lo vieran en la mía. A mi no me importaba, es mas me 
gustaba.



La primera vez que me desperté mojado yo ya era algo mayor, 
aunque no recuerdo la edad que tenia. No sé decir que soñé, o el momento exacto 
en que me corrí a lo largo de la noche pero cuando me desperté todavía estaba 
húmedo. Era un Sábado por la mañana, ese día nos levantábamos tarde ya que no 
teníamos colegio. Mis padres no estaban en la casa habían salido de compras. Mi 
hermano se había despertado y estaba viendo la tele con el volumen muy bajo para 
no molestarme.



Como tenemos mucha confianza le dije:





Mira Pablo, esta noche me he hecho un poquito de pipi en 
mi cama y no me he dado cuenta... - mi hermano se incorporo de su cama y 
miro la mía. Observo la mancha por un instante y se acerco para examinarla 
mejor.


... todavía esta húmeda... - la toco con sus dedos y se 
la acerco a la nariz.


¿Qué haces?- le pregunte extrañado, ¿acaso mi hermano no 
sabia como olía el pipi?...


Esto no es pipi hermanito, ¿es la primera vez que te 
pasa?


Sí.


Veras tienes que masturbarte para que no manches las 
sabanas. ¿ No te masturbas todavía?


No... ¿A ti también te pasa?


Si, pero yo me masturbo y de esta forma no me mancho por 
las noches. Cuando la picha se te pone dura y grande debes masajeártela 
hasta que te salga el semen...


¿Tu lo haces?





Mi hermano se empezó a tocar su picha por encima del 
calzoncillo que llevaba, y pude ver como el bulto de su interior iba creciendo 
por momentos. A mi eso si me había pasado pero no sabia muy bien que hacer. Me 
pidió que hiciera lo mismo, pero para cuando quise tocarme mi calzoncillo estaba 
para reventar debido a la erección que se me produjo al ver a mi hermano 
tocándose de aquella manera. Mi hermano vio que yo estaba empalmado y me dijo 
que le imitara. Yo lo hice sin dudar un momento. Él empezó a meneársela, podía 
ver como bajaba y subía aquel trozo de piel sobre la cabeza roja e inflada de su 
polla. No salía de mi asombro, pero comencé a hacer lo mismo, aquel roce me 
producía unas cosquillitas que me molestaban y me gustaban por partes iguales, 
mi respiración se aceleraba y notaba como me ponía ... ¿nervioso?, ¿feliz?... no 
sabia explicarlo pero el resultado era muy positivo y me gustaba, ¡joder como me 
gustaba! ... Transcurridos unos momentos note como me faltaba el aire y sentía 
una sensación de mareo, pero eso sí, agradable, muy agradable... Me corrí, y mi 
hermano también se corrió pero de su polla salió una cantidad de liquido mucho 
más considerable que de la mía.



Aquello fue algo indescriptible, mi hermano había abierto una 
puerta de placer a la que yo estaba dispuesto a sacarle mucho partido. Me 
masturbaba todo lo a menudo que podía, aquello era lo mejor que yo conocía y 
además podía repetir tanto como quisiera... o pudiera... pero lo mejor estaba 
por venir.



Recuerdo una noche de sábado en la que mis padres estuvieron 
cenando en casa de mis vecinos, yo tendría unos 17 y Pablo casi 19 años. Mi padre 
pidió unas pizzas y nos dijeron que estarían arriba. Nosotros estábamos en 
nuestro cuarto viendo el video comunitario (todos los viernes y sábados a las 
0’30 emitían una película porno) cuando terminamos la pizza acordamos verla 
aprovechando que mis padres no estaban. Al empezar yo no podía dar crédito a lo 
que veía. Era mi primera peli porno, creo que no para mi hermano.



Tras ver la primera secuencia (una chica chupandosela a un 
chico y después los dos follando como locos de las típicas posturas...) yo 
estaba muy excitado y me corrí solo con apretar mi mano sobre mi calzoncillo.





¡Jo! Hermanito que rápido eres... -dijo Pablo entre 
risas...





Él estaba totalmente empalmado y se la saco por el pernil de 
su calzoncillo. Era enorme, comenzó a meneársela, yo ya no miraba la película no 
podía apartar los ojos de aquel trozo de carne algo más grande que el mío. 
Cuando me di cuenta ya estaba otra vez empalmado. Esta vez me quite el 
calzoncillo y vi que mi hermano me copiaba. Los dos estábamos masturbándonos 
cada uno en nuestra cama, yo solo miraba a mi hermano y él miraba el video pero 
en ocasiones me miraba a mí.



En otras tantas ocasiones mi hermano y yo nos masturbamos 
viendo películas, eso sí, cada uno la suya, hasta que un día paso. Yo tenia 
muchas ganas de hacerlo pero no me decidía, y fue él quien me dijo en un tono 
entrecortado:





Oye Raúl... ¿tu no crees que... si tu me la meneas a 
mí... y yo a ti... disfrutaremos más? Así sabremos que se siente cuando 
alguien te la toca...





A mí me pareció muy buena idea así que sin mediar palabra me 
pase a su cama y mi hermano me hizo un lado junto a él. Nos incorporamos y 
sentados frente a la tele comenzamos a masturbarnos mutuamente como dos buenos 
hermanos... me gusto tocar la polla de mi hermano, y el también lo disfruto. 
Entonces nos corrimos y nuestras leches nos mancharon toda la barriga. Esa noche 
lo repetimos varias veces, durante toda la película, auque una vez que nuestras 
pollas se ponían duras, no mirábamos la tele sino que nos dedicábamos únicamente 
a nosotros.



De esta forma, viernes si y viernes no, y casi todos los 
sábados que podíamos nos hacíamos pajas el uno al otro viendo las pelis del 
video comunitario, algunas noches con mis padres en la misma casa, claro que 
entonces no sabían nada...


Paso algo de tiempo desde que descubrimos como desahogarnos 
mejor el uno con el otro y recuerdo que en una ocasión estuvimos en el campo un 
domingo, en casa de mis abuelos, mi hermano y yo salimos a explorar los 
alrededores, llegamos a un sitio donde había un riachuelo no muy grande. Había 
una especie de montículo de arena y nos sentamos allí a descansar, luego nos 
recostamos. Tumbados el uno junto al otro comenzamos a hablar. Pablo me dijo que 
el sábado cuando volvíamos de jugar al fútbol con muestro amigos se dio cuenta 
que mama estaba muy apurada y alterada y que él creía que estaban haciéndolo. 
Entonces yo le conté como esa misma semana mientras que él estaba en clases de 
guitarra y yo en atletismo las duchas del polideportivo no funcionaban y me tuve 
que ir a casa sin ducharme con lo cual era mas temprano de lo habitual. Al 
llegar a casa abrí la puerta y entre sin hacer ruido, ya que note unos sonidos 
extraños, Fui avanzando hasta que al llegar frente a la puerta de la habitación 
de nuestros padres, que estaba un poco entornada los vi como estaban follando.





¿Y como lo hacían?- me pregunto ansioso Pablo.


Mama se la estaba chupando a papa...


¿La tiene muy grande papa?-me interrumpió...


Si, es enorme, es tan gorda como la tuya y la mía juntas.


¡Joder!, ¿Y que más viste?


Pues después mama se tumbo y papa empezó a follarla...


¿Y que más viste?...


Nada mas porque me fui y tras esperar un rato en la calle 
volví a casa como de nuevas.- nos quedamos callados por un momento.


¿Te la han chupado alguna vez...?- me pregunto mi 
hermano. Debo decir que a aquella edad ya tonteabamos con chicas y nuestro 
éxito con ellas era muy notable...


No, solo me he enrollado con Rosita... bueno y nos hemos 
tocado y eso...


¿Qué es "... y eso..."?


Una vez me hizo una paja mientras yo le tocaba todo su 
coño...


¿Te corriste en su mano?


Sí.


¿Y ella?


Creo que si mi mano estaba muy mojada y no paraba de 
gemir...


¿Te la ha chupado alguna vez?


No, aunque estoy deseando, pero una vez se lo pedí a 
Rosita y me dijo que no, que era un asqueroso...


Es que Rosita es una estrecha... -dijo Pablo-... yo no 
creo que sea algo asqueroso...


A mi no me daría asco chupartela... -de repente note como 
toda la adrenalina de mi cuerpo fluía a una velocidad de vértigo... ¿cómo 
había sido capaz de decir aquello a mi propio hermano por mucho que lo 
deseara?


Si quieres yo te la puedo chupar a ti y después tu me la 
chupas a mí... - Aquella comenzaba a ser nuestra insignia..."yo a ti... y tú 
a mí..." y nos iba muy bien...


Entonces me incorpore y le baje el pantalón azul de chándal 
que llevaba, estaba empezando a ponerse dura y toque con mi lengua la punta de 
su escroto, sabia algo salada, pero me gusto aquella sensación, cuando la tuvo 
totalmente dura su grande asomaba todo hinchado y yo pase mi lengua por todo él 
hasta que me metí toda su polla en mi boca, mi hermano soltó un gemido y me 
agarro de la cabeza para compaginar el movimientito de su pelvis con la de mi 
cabeza. Cuando se corrió note como aquellos chorros avanzaban por todo el 
interior de su polla hasta desembocar en mi boca de la que brotaban algunos 
restos. Era la primera polla que chupaba y me gusto el sabor de su semen, no me 
daba asco en absoluto, era mi hermano y para mí era como si me tragara mi propia 
leche. Después de correrse cumplió su palabra y me desabrocho mi pantalón lo 
bajo junto con mis calzoncillos y se metió en su boquita mi polla totalmente 
tiesa y a punto de correrse, ya que mientras yo se la chupe a él estuve 
tocándome. Cuando me corrí en su boca pude ver como mi hermano se tragaba todo 
mi semen. Nos limpiamos un poco con el agua del riachuelo y con un pañuelo que 
yo llevaba y luego volvimos con el resto de la familia.



En otra ocasión ya mas mayores justo antes de que mi hermano 
se fuera a estudiar música mis padres estaban de fin de semana en Sierra Nevada. 
Aquella noche cuando cenamos estábamos hablando sobre nuestras novias, amigos y 
como no, sexo... y me pregunto si ya había follado con mi novia, yo le dije que 
si y él me contó que también follaba con la suya pero que le había pedido hacer 
sexo anal y ella no había aceptado, yo le dije que yo ni siquiera se lo plantee 
a la mía.


¿Y no te gustaría follarte el culo de tu novia?- me 
pregunto...


No creo que me deje...


¿Te gustaría probar alguna vez?


¿Me estas proponiendo algo... hermanito... ?...- le dije 
sonriéndole...



Entonces me cogió el paquete y comenzó a manoseármelo. Nos 
desnudamos y nos fuimos a la cama de mis padres. El se tumbó boca arriba y yo me 
coloque encima para chupársela de manera que él me la chupara a mí también. 
Cuando llevábamos un rato chupandonos nuestras pollas, me gire y poniéndome a 
cuatro patas le dije que me la metiera. Él acercó su cara a mi culo y me lo 
ensalivo con su lengua, yo notaba como me escupía y restregaba toda la saliva 
por mi culo hasta que note como apoyó la cabeza de su polla sobre mi agujerito y 
comenzó a hundirla lentamente dentro de mí, era muy doloroso, pero conforme fue 
masturbándome note como mi culo se abría cada vez mas y una sensación 
enormemente placentera me fluía desde detrás de mi polla... dentro... detrás de 
mis pelotas... fantástico, notaba como la polla de mi hermano se movía dentro y 
fuera de mi culo mientras él me masturbaba. Creí que no aguantaría sin correrme 
mucho tiempo cuando note como su semen llenaba todo mi interior y me calentaba 
por dentro, en ese momento me corrí con tal fuerza que toda la almohada quedo 
empapada por mi leche. Desde aquel día me quedo muy claro que ningún hombre 
sabrá lo que es una buena corrida... no,... la mejor de las corridas... 
hasta que no se corra mientras le están dando por el culo...



Seguimos follando por mucho tiempo, incluso en ocasiones 
cuando teníamos alguna novia había días que no quedábamos con ellas solo para 
poder follar entre nosotros, yo no sentía con nadie lo que sentía con mi hermano 
y él me contaba que le ocurría lo mismo que a mí.


Lo que voy a contar a continuación ocurrió el verano del ’99. 
Mi hermano ya había terminado sus estudios de música, y estaba de nuevo en casa, 
nos acabábamos de mudar a un pequeño chalet con piscina. Aquella tarde, después 
de comer mi madre y mi hermana fueron a ver a mi tía. Mi hermano y yo estábamos 
en la piscina y decidimos quitarnos el bañador ya que teníamos la casa para 
nosotros solos. Cuando escuchamos la puerta nos los pusimos de inmediato entre 
risas y prisas. Era mi padre que regresaba del trabajo. Se acerco a la piscina y 
nos pregunto por nuestra madre y nosotros le contamos, se acerco mas a donde 
estábamos y nos dijo:





Me gustaría dormir un rato, ¿me hacéis el favor de no 
hacer mucho ruido?-dijo mi padre.


No, báñate con nosotros... -le dijo mi hermano.


Mas tarde, quiero echarme un rato.




Entonces sonó el teléfono y mi padre fue a cogerlo. Cuando 
volvió nos explico que muestra tía y mi madre iban a preparar una barbacoa para 
cenar todos juntos y que cuando se levantara nos iríamos los tres para allá. 
Pero mi hermano le volvió a insistir para que se bañara y como no lo conseguía 
yo me salí del agua y agarrando a mi padre le grite a mi hermano para que lo 
tiráramos al agua.


Mi hermano salió como una bala del agua y entre los dos lo 
arrastramos entre risas y forcejeos, solo le dio tiempo de quitarse la chaqueta 
que aun la tenia puesta y caímos los tres abrazados al agua. Cuando logro salir 
de la piscina su ropa estaba totalmente pegada a su cuerpo de manera que se 
podía notar como su polla había crecido debajo de aquel pantalón mojado. Supongo 
que mi hermano también se percató de ello y los dos salimos del agua y 
comenzamos a forcejear con él en una lucha en broma e intentando quitarle 
aquella ropa mojada.


Nuestros cuerpos se rozaban y mi bañador iba a estallar 
debido a la gran erección que tenia, vi que mi hermano también estaba empalmado 
y pude notar el gran bulto de mi padre pegado a mi barriga. Aquel forcejeo duro 
como unos cinco minutos, pude percibir como los tres lo estábamos disfrutando a 
sobremanera, por eso se prolongo todo lo que pudimos. En ocasiones pegaba tanto 
mi cara a la de mi padre y mi hermano que notaba sus respiraciones aceleradas y 
rozaba mi rostro todo lo que podía a sus bocas, en un par de ocasiones mis 
labios rozaron los de mi padre y también pude notar la lengua de mi hermano. Mis 
manos palpaban sus glúteos sobre aquella ropa mojada.


Finalmente conseguimos quitarle la camisa sin ninguna 
dificultad, sus pantalones, y aquel bóxer mojado dejaba entrever su enorme verga 
ya totalmente erecta... no se en que momento se juntaron las dos primeras bocas 
ni quienes fueron, ni se decir en que momento toque por primera vez el paquete 
de mi padre o este toco el mío o el de mi hermano, si recuerdo perfectamente la 
boca de mi hermano junto con la de mi padre y pude ver como metía la lengua en 
su boca. Note como salía de mi polla liquido pre-seminal y seguíamos forcejeando 
sobre el césped. Hacia bastante calor. De una forma totalmente natural mi padre 
acerco mi boca a la de él y a la de mi hermano que ya estaba unida a la suya y 
nuestras lenguas exploraron nuestras bocas por un rato. A estas alturas ni yo ni 
mi hermano teníamos el bañador puesto y le bajamos el bóxer a mi padre.



Nuestra casa esta bien vallada, además que no es una zona muy 
habitada ya que esta sobre un montecito cerca de la ciudad. Extendimos unas 
toallas en el césped y nos pusimos sobre ellas totalmente desnudos. Voy a 
intentar narraros lo que hicimos ya que mi estado de excitación y placer eran 
tales, al igual que mi hermano y mi padre que hay un par de ocasiones en las que 
no sabría decir de quien era cada parte de cuerpo que tocaba, lamía o follaba...



Puedo recordar a la perfección que lo primero que mi hermano 
y yo hicimos fue chupar aquella enorme polla durante largo tiempo, nuestras 
bocas la presionaban a ambos lados de la base a la punta, uno chupaba la polla y 
otro los huevos, uno el culo y el otro la polla,... Seguidamente mi hermano y 
yo, nos levantamos y guiamos a nuestro padre a bajar poniendo nuestras manos en 
sus hombros. Nos juntamos de manera que la cabeza de nuestro padre quedo a la 
altura de nuestras pollas y pudo chuparlas, nos fuimos pegando cada vez mas 
hasta que mi padre pudo meterse las dos pollas de sus hijos en la boca al mismo 
tiempo.



Cuando no pudimos mas nos corrimos en su boca y después se la 
volvimos a chupar entre los dos para que se corriera el también.



Yo pensé que ya no se podía gozar mas, pero estaba 
equivocado.



Después de esto nos duchamos y nos dirigimos a casa de mi tía 
ya que nos estaban esperando para preparar la barbacoa.



Mientras estuve en la ducha, no podía dejar de pensar si esto 
que había ocurrido cambiaria nuestras vidas, si mi padre, mi hermano o incluso 
yo nos lo tomaría mal, si no supiésemos llevarlo bien... A mí me había gustado y 
me sentía muy feliz y mas unidos a ellos que nunca, pero que mas podía pasar...



Sin embargo todas mis dudas se disiparon en cuanto salí de la 
ducha. Ellos seguían hablando como si nada, aunque a mí me pareció percibir mas 
unión y confianza entre nosotros.



Otra de mis inquietudes era mi madre, por supuesto yo no le 
contaría nada, ni mi hermano tampoco pero... ¿mi padre también mantenía el 
secreto? Yo no tenia la certeza de que así fuera, y aunque me constaba que ellos 
seguían teniendo su vida igual que siempre (incluso en el ámbito sexual) la 
segunda vez que mi hermano y yo tuvimos un encuentro con papa me hizo pensar que 
quizás ella lo sabia.



Mi hermana dormía en casa de una de sus amigas aquella noche, 
mis padres estaban en su dormitorio y mi hermano y yo en el nuestro. Era viernes 
por la noche y Pablo y yo veíamos una película porno del comunitario. Acababa de 
empezar de manera que estábamos cada uno en nuestra cama tapados con los 
calzoncillos puestos aun. Mi padre se coló en la habitación a hurtadillas y no 
nos dio tiempo de percatarnos de su presencia hasta que le oímos decir que que 
nos abultaba tanto bajo las sabanas. Tiro un cojín entre las dos camas y se 
sentó mientras nos decía...





Oye, ¿de qué va esta peli?, ¿Es de miedo?... -dijo con 
una sonrisa picarona.





Nosotros nos quedamos un poco cortados, al fin y al cabo mi 
madre estaba en la casa aquella noche...





Creo que lo único que aquí hay "de miedo" es el pedazo de 
erección que tenéis...





Mi hermano y yo comenzamos a reír muy bajito, y papa alargo 
sus brazos de manera que busco bajo las sabanas nuestros paquetes (y no de 
tabaco exactamente...). Nos lo fue acariciando por encima de nuestros 
calzoncillos hasta que no pudimos mas y nos los quitamos. Para entonces la polla 
de mi padre estaba estallando. Mientras él nos la machacaba a cada uno con una 
mano nosotros nos aferramos a su gran polla para hacer lo mismo. Una vez 
habíamos terminado nos dio las buenas noches y se fue. Pude oír como se duchaba 
para luego irse a dormir.



Pablo y yo estuvimos comentando sobre nuestras inquietudes 
con respecto a mama, la queríamos mucho y nos preguntábamos cuanto daño podría 
hacerle saber aquello, aunque por otro lado pensábamos que como un tipo 
inteligente como papa se arriesgaba a tener encuentros con sus hijos, incluso 
con su mujer (nuestra propia madre) en la misma casa... Ambos estábamos de 
acuerdo en que podía ser muy morboso para él, pero con respecto a nosotros 
nuestro deseo de no dañar a mama estaba por encima del todo lo que aquella 
situación pudiera proporcionarnos a cualquiera.



No obstante disfrutábamos mucho entre los tres y estos 
encuentros fueron realizándose con tanta frecuencia como nos era posible.



En otra ocasión, mi madre estaba en una acampada con mi 
hermana pequeña, los profesores de su clase y algunos de los padres que habían 
organizado una pernocta en el campo. Mi madre decidió ir como monitora junto con 
otras más.



Aquella noche de sábado mi hermano y yo habíamos planeado 
dejar a nuestras novias en sus casas temprano y volver para estar a solas con 
papá. Cuando llegamos, toda la casa estaba oscura y Pablo se acercó al 
dormitorio de papa para ver si estaba dormido pero estaba en su cama viendo la 
tele. Cuando escucho la puerta pregunto:





¿Ya estáis de vuelta... ?


Si –dijo Pablo- no sabíamos si estabas dormido...


No... estaba viendo la tele.





Pablo se quitó toda la ropa menos los calzoncillos, se metió 
en la cama junto a papá y se puso a ver la tele.





Oye no seáis pesados con lo cómodo que estaba yo aquí... 
-dijo sonriendo





Yo me apresure a imitar a mi hermano y me puse al otro lado 
de papá. Estuvimos charlando un rato mientras mirábamos la tele. Pablo y yo 
comenzamos a juguetear entre nosotros y la entrepierna de papa comenzó a crecer, 
entonces empezamos a hacerle cosquillas y forcejear con él...





¡Eh...!, ¿Qué no habéis tenido bastante con vuestras 
novias esta noche... ?-nos dijo bromeando...


Si, pero a nadie le amarga un dulce... - le dije yo.



Empezamos a besarnos los tres y fuimos desprendiendo a mi 
padre de su pijama de dos piezas. Lo pusimos boca abajo y mi hermano y yo 
comenzamos a lamer sus redondos y duros glúteos hasta que los separamos y 
movimos nuestras lenguas a lo largo de aquella deliciosa raja follandonos aquel 
agujero con nuestras lenguas. Escupíamos y lamíamos una y otra vez. Cuando hubo 
bastante saliva comencé a meter los dedos en su culo mientras mi hermano chupaba 
mi mano y su agujera cada vez mas dilatado.


Mi padre le dijo a Pablo que cogiera un tubo de lubricante 
que tenia en la mesilla de noche (lo que me hico pensar que con probabilidad lo 
habría usado en ocasiones para follar a mi madre por el culo). Pablo comenzó a 
untar su culo y mi mano con aquel gel y conseguí meterle cuatro de los dedos de 
mi mano. Mi hermano pegó su mano a la mía e introdujo el dedo índice y corazón. 
Mi padre me dijo que podíamos intentar follarnos lo al mismo tiempo los dos, de 
manera que yo me tumbe en la cama y mi padre se sentó sobre mi polla que estaba 
reventando, se inclino hacia mí y mi hermano fue por detrás de mi padre y tras 
ponerse más lubricante fue hundiendo su polla mientras la mía permanecía inmóvil 
para facilitarle la tarea, hasta que se la consiguió meter entera. ¡Joder!, 
aquello era increíble... podía notar la polla de mi hermano en continuo roce con 
la mía dentro de aquella cavidad que era el culo de mi padre...



Follamos en esta posición durante un buen rato, mientras 
nuestras lenguas mezclaban nuestras salivas, cuando mi hermano estuvo a punto, 
paro por un momento sin sacar su polla hasta que yo también lo estuve y entonces 
volvimos los dos a la carga y nos corrimos casi al mismo tiempo entre los 
gemidos de los tres. Al sacar nuestras pollas del culo de mi padre pudimos notar 
como nuestra leche salía de él y le comenzamos a restregar el culo mientras le 
chupábamos la polla. No tardo en correrse.



Aquella noche dormimos los tres en su cama, como cuando 
éramos pequeños y nos daban miedo las tormentas. Cuando nos despertamos volvimos 
a follar los tres. Como aquel fin de semana tuvimos algunos mas, cada vez que mi 
madre y mi hermana se iban de pernocta con la clase.


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