sábado, 23 de diciembre de 2006

Piso de estudiante


Al cabo de un año y pico compartiendo piso de estudiantes con otros 2 chicos, yo tenía y todavía mantengo una amistad muy grande con uno de ellos. El hetero (tiene novia) y yo en aquel momento con muchas dudas (luego he tenido novio). Él, por aquel entonces no tenía novia y yo por motivo de mis dudas tampoco tenía nada, por lo que estábamos, digamos que bastante necesitados de cariño, jaja. Una tarde de estudio sucedió lo que ni yo me podía imaginar...

Estábamos los dos solos estudiando en mi cuarto, para un examen que teníamos en pocos días. Hubo un momento que me levanté cansado de estar sentado y me puse a su lado explicándole una duda que tenía. Estábamos bastante cansados y aburridos del rato largo que llevábamos estudiando. El decía que estaba harto y que encima le dolía la espalda y el cuello, y yo casi sin pensarlo y debido a la confianza que teníamos me situé detrás suya de pie haciendo un mini-masaje sin la más mínima intención de NADA. El masaje era por encima de la camiseta y muy sutil. No era plan de que pensara que le estaba intentando meter mano, jeje. Al cabo de 15 segundos le digo... "¿Te gusta ehhh?" y el me contestó "Pues la verdad que bastante, jaja". Yo seguía con el mini-masaje cuando pronto empecé a notar que aquella situación me estaba dando cierto morbo (y a cierta parte de mi cuerpo parece que también). El callaba y estiraba el cuello para que yo siguiera masajeando la zona. Al cabo de un rato, llevado por la "emoción" de la situación empecé a "avanzar" en el masaje. Le meti la mano debajo de la camiseta (por el cuello) siguiendo con el masaje y esperé alguna reacción. El callaba y parecía disfrutar, así que llevado ya por una calentura considerable, le agarré la camiseta subiéndosela a la altura del cuello y seguí con mi masaje. Yo esperaba una reacción posiblemente negativa a aquel acto, pero cual fue mi sorpresa cuando nada más subir la camiseta, el la coge y se la quita completamente. Yo note como el pulso se me aceleró bastante a la vez que tenía una erección ciertamente notable. El masaje ya casi era a base de caricias por la espalda y los hombros. Los dos estábamos callados. Había cierta tensión por lo que estábamos haciendo, pero se notaba que aquello nos estaba gustando. Completamente loco ya de excitación no me resistí a bajar las manos por sus hombros hasta llegar a su pecho. Entre masaje y caricia que iba y venía le pasaba la palma de mis manos por sus pezones. Estaban duros, lo que unido a que tenía la "piel de gallina", me aclaraba bastante que aquello no era algo que le disgustara precisamente. Empecé a acariciarle de nuevo el cuello, y pasando por detrás de las orejas subí y empecé a acariciarle la cabeza y su pelo. Yo ya no podía más, notaba que estaba mojando mis calzoncillos. No sabía como avanzar. Ni siquiera sabía si podía avanzar. De repente vi la luz :

"Si quieres, túmbate en la cama y te doy mejor el masaje". Todavía recuerdo aquella frase y me avergüenzo. No se como tuve valor de hacerle tal sugerencia, pero el no dudó. Se levantó y se tumbó en la cama boca abajo. Me senté al lado. Los dos llevábamos pijamas y su pantalón (que era lo único que llevaba) además era de estos amplios.... así que mi masaje ahora empezó por sus gemelos. Los acariciaba y agitaba. Yo no podía más. Lo tenía que desnudar como fuera. La situación me estaba dando un morbo increible y yo estaba tan empalmado que podía partir almendras con mi polla. Le quité los calcetines, le acaricié los pies y sus dedos. Remangué el pantalón y jugué con sus gemelos. Como el pijama no daba para mucho más, empecé a masajearle los muslos por encima del pijama. Ya me daba igual todo, pero el no parecía inmutarse. Además estando boca abajo no le veía la cara, pero yo que le conozco mucho y sabía que le estaba gustando. No pude más y apoyé una de mis manos en su culo. Vi que puso el gluteo duro y luego lo relajó. No dijo nada, así que seguí el masaje por esta zona. Le bajaba el pantalón un poco y le masajeaba toda la zona mientrás veía ya incluso parte de su culo. Seguía acariciándole también la espalda cuando vi que tenía que dar el paso decisivo.

"Date la vuelta". Necesitaba ver si estaba excitado o no, y si como suponía era así, necesitaba atacar por la zona clave. El contestó que no, que mejor así, a lo cual insistí en que se diera la vuelta casi empujándolo. El accedió lentamente y se tumbó boca arriba en la cama con los ojos cerrados. Estaba empalmado. Su polla se marcaba completamente en el pijama. Tenía la típica tienda de campaña. Empecé a acariciarlo alrededor. Le acariciaba su barriguita plana jugando con los pelitos que bajaban del ombligo. Le acariciaba los muslos encima del pijama justo al lado de su polla. Pensé en comentarle algo antes de que mi masaje atacará por debajo del pijama y le tocara la polla, pero me pareció casi más violento hablar. Después de todo lo que estaba pasando, lo que iba a pasar casi era "lo normal" que debía pasar. Levanté la goma del pijama e introducí mi mano primero masajeando su vello púbico. Luego agarrando su polla dura como un martillo. Cuando la sentí en mi mano tan dura y tan caliente, casi me corro. Ya una vez en mi mano perdí cualquier miedo. Le agarré el pijama por la goma de la cintura y oncasi que se lo arranqué. Lo desnudé completamente y ya nada me iba a parar. Agarré su polla durísima y gorda, y empecé a agitársela, mientras le acariciaba los huevos. El tenía el capullo muy mojado de líquido preseminal, y la paja era rápida y lenta a la vez. Se retorcía con cada movimiento que le proporcionaba a su mango. Le acariciaba los huevo, le acariciaba los pezones, los muslos, todo.... cuando noté que el levantó su mano y m la puso encima de mi polla haciendo esfuerzos por tocarla. Yo no lo pensé y baje mi pantalón de pijama dejándole mi polla a mano. Empezó a pajearme mientras yo hacía lo mismo con el. Notaba que yo me iba a correr muy rápido, asi que como no pensaba quedarme con las ganas después de todo lo que había ocurrido..... Agarré fuerte su polla y empecé a darle pequeños lengüetazos de arriba a abajo. El empezó a gemir y me puso todavía mas cachondo. Engullí la polla completamente en mi boca y empecé a mamársela con todas mis ganas. Le pasaba toda la lengua por su capullo y su polla. Mis labios besaban cada centimetro de carne. Mientras le acariciaba sus huevos y todo lo que se me iba ocurriendo. Yo ya no podía más. En poco rato empecé a notar que me iba a correr. Le avisé ya que el me estaba pajeando, pero el no dijo nada. Siguió dándole mientras empecé a soltar lechazos enormes caian al suelo y también bajaban por la mano de mi amigo. Había levantado la cabeza para ver mi corrida. Una vez terminé seguí mamándole la polla. El empezó a jadear. Mi corrida le había terminado de calentar y al cabo de unos breves jadeos, soltó un grito... "Me corro!". Unos breves espamos agitaron su cuerpo mientras yo mantenía su polla en mi boca y le pajeaba con mi mano. Mientras el jadeaba ya fuertemente, noté unos chorros de un líquido caliente y algo amargo en mi boca. Se corrió una barbaridad, y yo disfruté de que finalizara su excitación en mi boca. Lo tragué y apoyé mi cabeza en su vientre plano. Nos quedamos asi un rato. El me acariciaba la cabeza. Luego fui al baño y al volver el ya estaba vestido. Fue al baño también y al volver me miró y me dijo... "Joder tio, estamos locos.. salidos.. o qué?". Yo le contesté "las dos cosas". Nos reimos y fuimos a la cocina a cenar. No volvimos a hablar del tema hasta que otro día volvió a surgir otra situación igual de caliente.


Hacía mucho tiempo que no nos pajeabamos juntos ni teníamos ningún tipo de acercamiento de este tipo. Una tarde estabamos estudiando en el mismo cuarto. Llevábamos estudiando bastante rato y yo no daba para mucho más, así que mi cabeza empezó a divagar y a imaginar situaciones morbosas. De repente noté que mi polla estaba completamente empalmada. Necesitaba desahogarme. Como el estaba estudiando bastante concentrado, me pareció inoportuno comentarle y/o proponerle nada. Además hacía un tiempo que no hacíamos nada y pensé que quizás habría perdido interés. Solo me levanté, me fui a mi cuarto, cerré las puertas y me tumbé en la cama. Me desabroché el pantalón y los bajé hasta las rodillas. Empecé a jugar con mi rabo por encima del calzoncillo mientras imaginaba que era mi compañero el que jugueteaba con ella. Rapidamente conseguí empalmarme, me baje un poco los boxers dejando al aire la carne más dura que tenia en mi cuerpo. Me magreaba las bolas mientras empezaba a pajearme. Me eché saliva en el capullo para suavizar la subida y la bajada.............. cuando de repente noto que tocan a la puerta de mi cuarto y practicamente sin dejar que conteste, se abre............ Mi compañero! Se me queda mirando riéndose y ni se va ni cierra la puerta........... Yo mientras me quedo parado y cortado. Aunque en peores circustancias habíamos estado los dos (véase relato anterior xD), nunca nos habíamos sorprendido así. El parecía que imaginaba lo que estaba haciendo y fue a visitarme al cuarto... De repente, reacciono y le grito que entre o que salga pero que cierre la puerta, ya que el otro compañero también estaba en el piso. El reaccionó cerrando la puerta y quedándose. Se sentó en una silla al lado de la cama y se quedó mirando. Le dije "¿Tu no te animas?". "No", me dijo. "Pues yo sigo, tu verás". Volví a agarrarme la polla y seguí agitándomela, más dura que nunca. Me seguía pajeando mientras nos mirábamos a los ojos uno en frente del otro. El me miraba de vez en cuando la polla....... hasta que llegó un momento que ya no pudo más. Se levantó, se sentó al lado mía en la cama y me agarró la polla. El siguió con la paja. Me acariciaba las bolas y los muslos mientras seguía pajeándome. Lo hacía de maravilla...... hasta que de repente noté un calor enorme en la polla. Por un momento pensé que me iba a correr, pero NO.... ME LA ESTABA CHUPANDO!. Era la primera vez que me lo hacía. Siempre me había pajeado, acariciado, besado, pero nunca me la había mamado. Nunca se había atrevido a tanto. Se supone que nunca había hecho algo así, pero como la chupaba!!. Con ansia, con unos lengüetazos calientes que recorrían toda mi polla, sorbiendo el capullo como si de un chupachups se tratara. Su saliva caia en mi cuerpo alrededor de mi polla y mis huevos. Yo notaba que iba a reventar. Empecé a acariciarle los muslos y a desabrocharle el pantalón. Cuando conseguí bajarle el calzoncillo y agarrarle su caliente y dura polla, no pude más. Tras un profundo suspiro y un leve jadeo, solté unos chorros de leche impresionantes. Mi compañero que había notado que me corría se apartó, y los enormes chorretazos de semen cayeron repartiéndose entre mi pecho, sus brazos y manos y el suelo. Tras esta nueva experiencia de sexo oral para mi compañero, el no quiso quedarse con la curiosidad y mientras aún agarraba mi polla, me lamió una de mis tetillas que era a donde había ido a parar uno de los chorros de mi leche. "¡Está amargo!", dijo. Sonreí. No tenía fuerzas ni para reirme.

Tras un breve momento de descanso, nos limpiamos y el seguía con la polla dura como un martillo. Me volví a sentar en la cama, aún desnudo, mientras el seguía empalmado con los pantalones y los calzoncillos por los tobillos delante mía. Le agarré de los cachetes de su perfecto culo y conseguí que me metiera la polla en la boca. Yo sentado y el de pie, me estaba follando la boca con un ritmo suave. Cada pollazo que me metía me llegaba a la garganta.Yo le acariciaba mientras su culo, las piernas, su estómago.... Incluso varios de mis dedos se fueron deslizando por dentro de la raja del culo de mi amigo, buscando su agujero. Lo tenía húmedo, posiblemente por el calor y mis dedos jugueteaban con su agujero mientras el me follaba la boca con fuerzas y sin parar. Me agarraba de mi cabeza rizada y no paraba de follarme la boca, mientras jadeaba como un puto cabrón. Incluso yo estaba de nuevo empalmado por el morbo de la nueva situación. Tras unas breves embestidas más a mi boca, yo le introduje uno de mis dedos en su culo completamente mientras lo giraba en plan destornillador. Eso le dió un gusto increible. Empezó a jadear entrecortándose y empezó a correrse dentro de mi boca. Empezó a darme unas embestidas increibles y su semen fue cayendo de mi boca al suelo, mientras que otros restos quedaban repartidos por mi cara. En cuanto terminó de correrse se sentó al lado mia y se tumbó....

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